MUSICA ES VIDA

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martes, 29 de marzo de 2011

SINDROME DE ASPERGER (II)

La comunidad científica internacional especializada en la materia no ha logrado llegar –todavía– a un consenso absoluto respecto a la catalogación clínica de este síndrome. Algunos especialistas europeos y estadounidenses (como Leo Kanner en 1943) sostuvieron que se trataba de un leve autismo sin mayores repercusiones. Estas ideas –como se verá enseguida– han sido ampliamente rebatidas en la actualidad por prestigiosos psiquiatras y psicólogos de Europa y América.
Lamentablemente, Hans Asperger falleció antes de que viesen la luz sus investigaciones científicas sobre Pedagogía Curativa relacionadas con sus descubrimientos y trabajos en torno a la psicopatía autista de la infancia. El hecho de que la gran mayoría de sus publicaciones estuviesen escritas en idioma alemán, y la práctica inexistencia de buenas traducciones a otros idiomas de mayor repercusión social y difusión mediática (como el inglés o el español), dificultaron mucho la labor de divulgación de sus excelentes investigaciones en su especialidad.
Polémicas aparte, lo cierto es que el año pasado 2006 fue declarado Año Internacional del Síndrome de Asperger, con motivo del centésimo aniversario (en el mes de noviembre) del nacimiento de su descubridor (1906-2006), y de los veinticinco años transcurridos desde que la psiquiatra inglesa Lorna Wing utilizase por primera vez este término (síndrome de Asperger) en su trabajo “El síndrome de Asperger: un relato clínico” (1981), publicado en la prestigiosa revista médica Psychological Medicine.
Además, tal y como explican expresamente en su página Web los Laboratorios SAVAL (Santiago de Chile), “en 1994 la Asociación Estadounidense de Psiquiatría reconoció formalmente esta discapacidad como una subcategoría definida dentro de los trastornos generalizados del desarrollo, publicando estos criterios clínicos en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-IV).”
Los síntomas más relevantes de este trastorno los recoge con gran acierto la Enciclopedia on-line MedlinePlus:
“Comunicación no verbal anormal, como problemas con el contacto visual, expresiones faciales, posturas del cuerpo o gestos; incapacidad de establecer relaciones con los compañeros; víctima de señalamientos por parte de otros niños como “raro” o “extraño”; falta de búsqueda espontánea por compartir la felicidad, intereses o logros con otras personas (es decir, no muestra, trae ni señala objetos de interés a otras personas); incapacidad marcada para expresar placer por la felicidad de las otras personas; falta de reciprocidad social o emocional; inflexibilidad acerca de rutinas o rituales específicos; agitación repetitiva de los dedos, torsión o movimientos del cuerpo entero;  preocupación intensa por áreas de interés restringidas, como por ejemplo, obsesión con los horarios de trenes, directorios telefónicos o colección de objetos; preocupación por las partes de objetos enteros; comportamientos repetitivos, incluyendo comportamiento autoagresivo repetitivo.”
En cuanto a las expectativas de curación (se trata de un mero pronóstico) y el tratamiento a seguir, la anteriormente citada publicación digital aclara que: “Estudios recientes han mostrado que una diversidad de métodos de tratamiento puede ayudar a mejorar el desempeño social, lo cual es particularmente importante, dado que el paciente puede tener una capacidad intelectual promedio o por encima del promedio.”

Glenn Gould: genio y “autista”

Nuestro artista tuvo en su ambiente familiar –y muy especialmente en su madre– al verdadero motor para desarrollar sus excepcionales cualidades musicales. Peter Ostwald, psiquiatra y Profesor de la Universidad de California (San Francisco), trató a Glenn Gould durante una larga etapa de su vida, cuando éste vivía ya retirado de los escenarios y se medicaba compulsivamente para mantener equilibrada su presión arterial. Sharlene Habermeyer narra en su libro titulado Casa: Sintonizarse con la Música lo que el citado Ostwald ya explicara en su época: “la música es un fuerte conductor de amor y seguridad entre madre e hijo”. Además, Habermeyer cita una de las investigaciones más conocidas de este psiquiatra, en la que se concluye que “los lactantes responden de manera positiva a las cualidades musicales en la voz de su madre”.

Asimismo, el reputado psiquiatra reveló –respetando siempre quien firma este artículo lo trascrito por Habermeyer–, que “los niños a quienes cantan sus padres generarán un lazo emocional mucho más fuerte con ellos”.

Si se tiene en cuenta que el pequeño Glenn aprendió sus primeras lecciones de solfeo y piano de manos de su propia madre, una pianista profesional; y si se sopesa que, además, fue ella quien veló por la educación musical de su hijo desde los tres años de edad, se encuentran respuestas convincentes al “fenómeno Gould” –al margen de sus aptitudes innatas para la Música–.  
Peter Ostwald fue quien diagnosticó post mortem a nuestro personaje el síndrome de Asperger, e identificó muchos elementos de su personalidad afines con este trastorno. Aún así, en la actualidad sigue existiendo cierta controversia en algunos círculos muy próximos al pianista canadiense.  
Las entrevistas telefónicas  
Durante el año 1974, el periodista Jonathan Cott realizó varias entrevistas telefónicas a Glenn Gould. El artista tenía por aquel entonces 42 años, y llevaba diez retirado de los escenarios. Cott fue un verdadero privilegiado: gracias a la gran afinidad que nuestro protagonista sentía por este medio de comunicación (en realidad, adoraba el teléfono), pudo conocer de primera mano muchas impresiones personales y musicales de este Maestro bachiano desde su casa en Toronto.  
El ocaso del artista  
Ocho años después de que se grabasen estas entrevistas telefónicas, y muy pocos días después de su quincuagésimo cumpleaños (el día 25 de septiembre de 1982), Glenn Gould fallecía como consecuencia de una infección mal curada, derivada de un derrame cerebral. Este fatal desenlace tuvo su génesis (años atrás) en la adicción que el artista tenía por ciertas drogas, y al abuso –consumo compulsivo, en realidad– que realizase de varios medicamentos sin la necesaria prescripción médica.  
Este hombre terriblemente apasionado y vital, leal a sus amigos, educado y cortés, intimista y reservado, tímido y de “ego” frágil, pianista genial y Artista con mayúsculas, nos dejaba el 4 de octubre de 1982 víctima de sus propias adicciones y excesos. Quizá vivió muy arriesgadamente…  
1. Autismo de Alto Funcionamiento (HFA).- Es un tipo de autismo con peculiaridades propias de uno de los subgrupos en los que se ha dado en dividir el concepto general de “autismo”, que le hacen ser muy distinto a otras manifestaciones de este trastorno

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