MUSICA ES VIDA

MUSICA ES VIDA
MUSICA,TERAPIA,SALUD Y VIDA

domingo, 17 de abril de 2011

UNA NOTA MENOS LA MAGIA DE GLENN GOULD

Sobre las Variaciones Goldberg se ha escrito mucho, y no siempre con acierto.

Nikolaus Forkel cuenta en su biografía de 1802 una anécdota sobre su origen: afirma que Bach las compuso para que su alumno Johann Gottlieb Goldberg las interpretase, con el fin de que el conde Hermann Carl von Keyserlingk, aquejado de un grave insomnio, pudiera dormir escuchándolas. Sin embargo, ni la obra está dedicada al conde, ni Goldberg podría haberla tocado a los 12 años, cuando se compuso.

La realidad es menos interesante; la obra llevaba por título "ejercicios para teclado", y forma parte de un conjunto de obras en las que Bach explora los límites del contrapunto y la armonía, a la vez que exige del intérprete una destreza pianística importante. Otra obra similar de Bach sería "El clave bien temperado".

También se ha escrito sobre las interpretaciones numerológicas de la obra. Toda la obra se estructura sobre el número 3: hay sucesiones de 3 variaciones que acaban siempre en un canon; es decir, con la imitación de una línea melódica a un intervalo fijo (variaciones 3, 6, 9, 12, 15, 18, 21, 24, 27, 30). Algunos hablan de una mención velada a la Santísima Trinidad (3). También es muy común que se vincule a Bach con intenciones y ritos masónicos, de manera que su música ocultaría cifrados mensajes inciertos e iniciáticos.

Con 20 hijos y una dedicación absoluta a la música, no creo que a Bach le quedara ni tiempo ni ganas de participar en cónclaves místicos y ocultistas. En su obra hay matemáticas porque es música. Porque la música es el sonido ordenado, como se ordenan las ramas de un árbol sobre la base del número phi. El solfeo tiene una estructura lógica semejante a la lógica simbólica aristotélica o a las matemáticas. Buscar una intención en ello es un ejercicio fútil.  


Inicio de la variación 20

La obra en sí guarda suficiente complejidad y belleza sin n Sobre las Variaciones Goldberg se ha escrito mucho, y no siempre con acierto.
Nikolaus Forkel cuenta en su biografía de 1802 una anécdota sobre su origen: afirma que Bach las compuso para que su alumno Johann Gottlieb Goldberg las interpretase, con el fin de que el conde Hermann Carl von Keyserlingk, aquejado de un grave insomnio, pudiera dormir escuchándolas. Sin embargo, ni la obra está dedicada al conde, ni Goldberg podría haberla tocado a los 12 años, cuando se compuso.
La realidad es menos interesante; la obra llevaba por título "ejercicios para teclado", y forma parte de un conjunto de obras en las que Bach explora los límites del contrapunto y la armonía, a la vez que exige del intérprete una destreza pianística importante. Otra obra similar de Bach sería "El clave bien temperado".
También se ha escrito sobre las interpretaciones numerológicas de la obra. Toda la obra se estructura sobre el número 3: hay sucesiones de 3 variaciones que acaban siempre en un canon; es decir, con la imitación de una línea melódica a un intervalo fijo (variaciones 3, 6, 9, 12, 15, 18, 21, 24, 27, 30). Algunos hablan de una mención velada a la Santísima Trinidad (3). También es muy común que se vincule a Bach con intenciones y ritos masónicos, de manera que su música ocultaría cifrados mensajes inciertos e iniciáticos.
Con 20 hijos y una dedicación absoluta a la música, no creo que a Bach le quedara ni tiempo ni ganas de participar en cónclaves místicos y ocultistas. En su obra hay matemáticas porque es música. Porque la música es el sonido ordenado, como se ordenan las ramas de un árbol sobre la base del número phi. El solfeo tiene una estructura lógica semejante a la lógica simbólica aristotélica o a las matemáticas. Buscar una intención en ello es un ejercicio fútil
ecesidad de buscarle un sentido más
Sobre las Variaciones Goldberg se ha escrito mucho, y no siempre con acierto.
Sobre las Variaciones Goldberg se ha escrito mucho, y no siempre con acierto.
Nikolaus Forkel cuenta en su biografía de 1802 una anécdota sobre su origen: afirma que Bach las compuso para que su alumno Johann Gottlieb Goldberg las interpretase, con el fin de que el conde Hermann Carl von Keyserlingk, aquejado de un grave insomnio, pudiera dormir escuchándolas. Sin embargo, ni la obra está dedicada al conde, ni Goldberg podría haberla tocado a los 12 años, cuando se compuso.
La realidad es menos interesante; la obra llevaba por título "ejercicios para teclado", y forma parte de un conjunto de obras en las que Bach explora los límites del contrapunto y la armonía, a la vez que exige del intérprete una destreza pianística importante. Otra obra similar de Bach sería "El clave bien temperado".
También se ha escrito sobre las interpretaciones numerológicas de la obra. Toda la obra se estructura sobre el número 3: hay sucesiones de 3 variaciones que acaban siempre en un canon; es decir, con la imitación de una línea melódica a un intervalo fijo (variaciones 3, 6, 9, 12, 15, 18, 21, 24, 27, 30). Algunos hablan de una mención velada a la Santísima Trinidad (3). También es muy común que se vincule a Bach con intenciones y ritos masónicos, de manera que su música ocultaría cifrados mensajes inciertos e iniciáticos.
Con 20 hijos y una dedicación absoluta a la música, no creo que a Bach le quedara ni tiempo ni ganas de participar en cónclaves místicos y ocultistas. En su obra hay matemáticas porque es música. Porque la música es el sonido ordenado, como se ordenan las ramas de un árbol sobre la base del número phi. El solfeo tiene una estructura lógica semejante a la lógica simbólica aristotélica o a las matemáticas. Buscar una intención en ello es un ejercicio fútil
Nikolaus Forkel cuenta en su biografía de 1802 una anécdota sobre su origen: afirma que Bach las compuso para que su alumno Johann Gottlieb Goldberg las interpretase, con el fin de que el conde Hermann Carl von Keyserlingk, aquejado de un grave insomnio, pudiera dormir escuchándolas. Sin embargo, ni la obra está dedicada al conde, ni Goldberg podría haberla tocado a los 12 años, cuando se compuso.

La realidad es menos interesante; la obra llevaba por título "ejercicios para teclado", y forma parte de un conjunto de obras en las que Bach explora los límites del contrapunto y la armonía, a la vez que exige del intérprete una destreza pianística importante. Otra obra similar de Bach sería "El clave bien temperado".

También se ha escrito sobre las interpretaciones numerológicas de la obra. Toda la obra se estructura sobre el número 3: hay sucesiones de 3 variaciones que acaban siempre en un canon; es decir, con la imitación de una línea melódica a un intervalo fijo (variaciones 3, 6, 9, 12, 15, 18, 21, 24, 27, 30). Algunos hablan de una mención velada a la Santísima Trinidad (3). También es muy común que se vincule a Bach con intenciones y ritos masónicos, de manera que su música ocultaría cifrados mensajes inciertos e iniciáticos.

Con 20 hijos y una dedicación absoluta a la música, no creo que a Bach le quedara ni tiempo ni ganas de participar en cónclaves místicos y ocultistas. En su obra hay matemáticas porque es música. Porque la música es el sonido ordenado, como se ordenan las ramas de un árbol sobre la base del número phi. El solfeo tiene una estructura lógica semejante a la lógica simbólica aristotélica o a las matemáticas. Buscar una intención en ello es un ejercicio fútil allá del puramente musical. Variaciones como la número 20, una tocata virtuosística, muestran la exigencia técnica que supone interpretar esta obra, en la que el cruce de manos es frecuente y se exige una interpretación clara, nítida, de ambas manos. En esto, Glenn Gould es una referencia inexcusable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario