FELIPE PEDRELL

Tortosa 1841-Barcelona 1922

Compositor y musicólogo español. Muy niño, comenzó sus estudios con el profesor Juan Nin, maestro de la catedra tortosina , quien le inició en el amor a la música polifónica y a la canción popular.A los dieciocho años se trasladó a Barcelona por vez primera, causándole gran impresión las óperas que tuvo ocasión de escuchar. En 1873 fue director adjunto de una compañia de ópera en la capital catalana, en la que consiguió ver representadas en el Gran Teatro del Liceo sus óperas El último Abencerraje (1874) y Quasimodo (1875).Al año siguiente marchó pensionado a Roma, en cuya ciudad compuso abundante música sinfónica y religiosa.Luego vivió en París, volviendo a España al cabo de unos años. De regreso a la patria se instaló en Madrid, dedicándose a la composición y a la erudición, al mismo tiempo que a la enseñanza.Dirigió varias revistas, publicó su famoso folleto Por nuestra música (1891) y otras obras importantísimas,siendo nombrado profesor del Conservatorio y académico de las Bellas Artes.Los escritos y consejos de Pedrell a los músicos jóvenes- Albéniz,Falla y Granados,principalmente- han contribuido a crear la escuela nacional española, pero no a popularizar su música, que sigue siendo desconocida del gran público y de los mismos compositores,que , sin embargo, y por tradición le reconocen como precursor.
El padre Higinio Anglés dice:
"que para comprender el mérito y la obra de Pedrell es necesario tener en cuenta el ambiente musical de la España del siglo XIX, sin teatro lírico moderno, con música religiosa de pésimo gusto, canto popular tan rico como olvidado, archivos musicales repletos, pero vírgenes de estudio, sin textos musicales para poder formar la juventud estudiosa. Pedrell quiso de una vez abarcarlo todo y reformarlo todo"
Sí Pedrell no consiguió su aspiración máxima- la creación de la ópera nacional y ser el Wagner español-, la música y la cultura nacionales le deben -según el padre Anglés- la creación de la musicogía española moderna, la edición de las obras maestras de nuestra música clásica y la revalorización de la canción popular española.Su producción musical es vastísima y además de las óperas citadas escribió la primera parte de una trilogia titulada Los Pirineos- estrenada en Venecia, en Barcelona y en Buenos Aires , pero no en Madrid-El Conde Arnau (1904) y la Celestina (1904), en la que funde en un conjunto orgánico con gusto moderno a la armonía e instrumentación y con abundancia de recursos temáticos, al ejemplo wagneriano, los elementos más típicos de la tradición músical española: canciones populares, polifonía cristiana y la melopea mozárabe, villancicos , etc.
Además de sus obras teatrales compuso gran cantidad de música sinfónica, religiosa, vocal y un cuarteto,varias de las cuales merecen una revisión ,por lo menos para que las generaciones tengan una idea del gigantesco esfuerzo de aquel luchador denodado , cuya mejor obra puede decirse que es Manuel de Falla, fidelísimo amigo y seguidor de sus tendencias, que le dedicó un recuerdo emocionado en la Pedreliana de su suite Homenajes.



Historia de la Música anno domine 1925. Página 1926.