MUSICA ES VIDA

MUSICA ES VIDA
MUSICA,TERAPIA,SALUD Y VIDA

jueves, 3 de mayo de 2012

MUSICA BARROCA

La música del periodo barroco es el estilo musical relacionado con la época cultural europea homónima, que abarca desde el nacimiento de la ópera en el siglo XVII (aproximadamente en 1600) hasta la mitad del siglo XVIII (aproximadamente hasta la muerte de Johann Sebastian Bach, en 1750).
Se trata de una de las épocas musicales más largas y fecundas de la música occidental. Sus características más definitorias son el uso del bajo continuo (que facilitó el desarrollo de la armonía tonal, a diferencia de la anterior, modal) y el gusto por los fuertes contrastes sonoros (entre coros, entre familias instrumentales o entre solista y orquesta), materializado en la policoralidad y el «estilo concertante». Este gusto por el contraste y algunas otras de sus características son compartidas por el movimiento homónimo en las artes plásticas: profusión en el uso de ornamentación, teatralidad, dramatismo, utilización como medio para la pompa y esplendor en los espectáculos públicos, etc.
 Textura

Durante el Barroco los músicos siguen cultivando texturas a cuatro y cinco voces heredadas del Renacimiento (polifonía imitativa, homofonía...), pero las voces de dichas obras no son ya de similar importancia, sino que se destacan la voz superior y el bajo, abreviándose la escritura de las intermedias en el llamado bajo continuo; esta textura suele llamarse bipolar o de monodía acompañada.
La aparición de la monodía acompañada fue precipitada por la creación del estilo vocal recitativo, en el cual el ritmo de la palabra determina el discurso melódico -La música ha de ser sirviente de la poesía-, quedando reducido el acompañamiento a meros acordes.

 Estética y nuevas formas

En esta época se desarrollan como nuevas formas la sonata, el concerto grosso, la ópera, el oratorio y el ballet francés, y se vive además un auge de la música instrumental pura, es decir, sin relación con consideraciones ideológicas que se deriven de un texto, o funcionales como en el caso de la música de danza.
A diferencia de épocas anteriores, la música sacra y la música profana conviven armoniosamente, formando parte de la profesión musical. La mayor permisividad estética lleva a que la interpretación musical tienda a enriquecer las partes mediante una profusión de ornamentos y recursos expresivos. Una característica importante fue que los detalles del arte en el Barroco no se aplicaron a la música. Se buscó en un principio desechar las complicadas líneas melódicas de la polifonía renacentista para dar lugar a la homofonía (más tarde la polifonía recuperará con Bach todo el esplendor que la había caracterizado), dando de esta manera más fortaleza y protagonismo al texto, pues la música giraba en torno a una sola melodía bien formada y acompañada por acordes, para que fuera "entendible" el texto. Esto fue debido en gran parte a la corriente humanista.
Tienen gran importancia la teoría de los afectos, que considera a la música como creadora de emociones, y la retórica, que transfiere conceptos de la oratoria tradicional a la composición del discurso musical del Barroco.
Finalmente, cabe señalar que la música en esta época estaba abierta a cambios y adaptaciones. Muchos compositores creaban nuevas obras adaptando o reescribiendo con algunas modificaciones partituras anteriores, siendo estos cambios en la misma partitura o en las combinaciones de instrumentos. En la música vocal, los cantantes tenían varias partes donde podían improvisar.

 Periodización y evolución

El Barroco temprano (1580-1630)

Desde las últimas décadas del siglo XVI se inició la disolución del antiguo estilo polifónico renacentista, caracterizado por una textura polifónica imitativa homogénea. Dos fueron las novedades principales:
- La policoralidad, típica de la música religiosa de la escuela veneciana (Giovanni Gabrieli), consistente en la alternancia entre diversos grupos vocales o instrumentales situados en diversas ubicaciones (cori spezzati, típicos de la Basílica de San Marcos). Una evolución natural de la policoralidad fue el estilo concertante, en el que se contrastan instrumentos contra voces (como en los concerti ecclesiastici), o solistas contra el conjunto general.
- La monodía acompañada, en la que una sola voz aguda concentra todo el interés musical. Su acompañamiento instrumental suele escribirse en forma taquigráfica en forma de bajo continuo, consistente en una línea de bajo más unas cifras que indican los acordes con que se rellenan las faltantes voces intermedias. La Camerata Florentina y la aparición de la ópera fueron decisivas en la difusión de esta monodía acompañada.
Alrededor del año 1600 se destaca en la historia de la música un compositor de inusual talento: Claudio Monteverdi. Fue un maestro de los dos estilos entonces preponderantes: la prima prattica (el polifónico género madrigal) y la seconda prattica o recitativo de la música vocal solista (un subgénero de la monodia acompañada, esto es, una o varias voces solistas y bajo continuo). Compuso una de sus obras más famosas, el "Lamento d'Arianna", tanto en versión polifónica como en versión para solista y bajo continuo. Monteverdi sería el máximo representante de la recién creada ópera en aquella época. En esta época comenzaría a tener éxito en varios países, excepto en Inglaterra, debido a la proclamada "guerra contra los espectáculos". En paralelo a la profana ópera se desarrolló el oratorio, religioso, gracias a San Felipe Neri.

 El Barroco medio (1630-1680)

El éxito internacional de la música italiana en general y de la ópera en particular expandió por toda Europa (Alemania, Austria, Inglaterra, España...) los recursos de la monodía y del estilo concertante. Mientras tanto, en Italia autores como Cesti, Francesco Cavalli y Luigi Rossi suavizaban la dureza del estilo monódico original para desarrollar la ópera belcantista, en la que se separaban ya claramente recitativos y arias. La ópera francesa (bajo diversos nombres) comenzó su despegue en la corte de Luis XIV, en el mismo tiempo y lugar en que la familia Hotteterre desarrollaba los nuevos instrumentos de madera barrocos (oboe, fagot, flautas travesera y de pico...) y en que se fijaba la suite instrumental francesa.
En esta época sobresalieron, entre otros compositores, Jean-Baptiste Lully (1632-1687) y Henry Purcell (1659 - 1695), en Francia e Inglaterra respectivamente, y su contemporáneo alemán Johann Pachelbel (1653 - 1706).

El Barroco tardío (1680-1730)

El Barroco tardío se sitúa aproximadamente entre 1680 y 1730. Una vez más es Italia el país que marcó las tendencias innovadoras, entre cuyos rasgos más notables están:
- La plena adopción de las fórmulas tonales, a partir de la escuela boloñesa (Torelli, Stradella) y más tarde Corelli: cadencias frecuentes y muy claras como marco formal, progresiones con movimiento de quintas, cadenas de retardos, acordes paralelos de sexta...
- La extensión del estilo de concierto, aplicado a la ópera y a la música instrumental: uso de ritornelos, contrastes entre tutti y solo, bajos de gran empuje rítmico, pasajes en unísono, homofonía gobernada por el bajo continuo...
La enorme influencia de Corelli llevó el estilo italiano a toda Europa. En Francia desplazó incluso a la fortísima tradición musical local originada en Lully, no sin grandes resistencias (hasta la tardía querella de los bufones), y en Inglaterra fueron directamente sus discípulos, como Francesco Geminiani, los autores más influyentes. Autores alemanes de primer nivel como Bach, Telemann y Händel estudiaron e imitaron el estilo italiano.
Los compositores barrocos cuya música está actualmente más difundida pertenecen a la generación nacida en torno a 1685: Antonio Vivaldi en Italia, Georg Friedrich Händel en Inglaterra, Johann Sebastian Bach y Georg Philipp Telemann en Alemania, Jean Philippe Rameau en Francia y Domenico Scarlatti, español de adopción.

 La transición al Clasicismo (1730-1750)

A finales del Barroco hay varias tendencias estéticas: el estilo galante francés desde 1730, el desarrollo en Italia de la ópera buffa, la sonata y la sinfonía, y el estilo sentimental (Empfindsamer Stil) alemán; ellos conforman una suerte de preclasicismo. Carl Philipp Emanuel Bach (1714-1788), uno de los hijos de Johann Sebastian, es considerado el padre de la sonata clásica.

 Los géneros y las formas

En los géneros del Barroco ya se percata una clara división en géneros instrumentales y géneros vocales. En el ámbito vocal, junto con formas antiguas del motete y la misa, se crean tres importantes géneros que supondrán una época dorada en este campo: la cantata, la ópera y el oratorio, siendo la ópera el género vocal nuevo más importante del Barroco y uno de los de la música académica.
En esta época, los géneros instrumentales alcanzan su madurez y se crean formas instrumentales como la sonata, el concierto y la suite, de gran trascendencia posterior.

 Los géneros vocales La ópera

Las corrientes humanistas buscaban una puesta al día del antiguo teatro griego, en particular el grupo conocido como Camerata Florentina, basándose al mismo tiempo en formas musicales recientes, como el drama litúrgico, el drama pastoral, las comedias madrigalescas con figuras de la commedia dell'arte y los intermezzi teatrales. Les interesaba sobre todo la antigua monodia helénica con acompañamiento de khitara. Vincenzo Galilei, padre de Galileo el astrónomo, escribió en 1581 un tratado contra el género musical polifónico neerlandés bajo el título Dialogo della Música Antica e della Moderna. Los géneros musicales recitativo, espressivo y representativo llevan a nuevas libertades en los medios sonoros empleados en las composiciones (disonancias y modulaciones).
Entre las primeras óperas conservadas se cuentan Dafne de Jacopo Peri, cuyo tema fue tomado de Las metamorfosis de Ovidio, Eurídice, también de Jacopo Peri y Orfeo de Claudio Monteverdi.
La evolución posterior y su fusión con otras formas músico-teatrales acabó convirtiendo a la ópera barroca en una representación teatral íntegramente musicada en la que se suceden números de cuatro tipos:
- Recitativos, en los que los cantantes hacen avanzar los diálogos de la obra dramática en un canto silábico apenas acompañado por el bajo continuo.
- Arias, verdadero núcleo musical de la ópera. Son números solísticos líricos y muy elaborados, a menudo virtuosos, al servicio del lucimiento del cantante y del puro deleite musical (aun a costa del decurso teatral, aquí suspendido). Hacia el final del periodo se impuso la forma A-B-A, llamada aria da capo.
- Números instrumentales ejecutados por la orquesta desde el foso, como la sinfonía inicial y, sobre todo, las danzas bailadas en escena.
- Coros, generalmente a cuatro voces.

El oratorio

Musicalmente casi idéntico a la ópera (aunque con más énfasis en los coros), solía tener una temática religiosa y no era representado escénicamente (esto es, era ejecutado al modo de las actuales "versiones de concierto"). A diferencia de la ópera, casi siempre en italiano, los oratorios solían escribirse en lengua vernácula. El más famoso ejemplo es El Mesías, de Händel

La cantata

La asunción de la monodia, el recitativo y el estilo concertante por la música de iglesia dio lugar a una nueva forma musical, la cantata, obra de uso litúrgico que intercalaba sinfonías instrumentales, recitativos, arias y coros. Se escribieron también cantatas profanas de cámara, como la muy conocida Cantata del café de Bach.

El motete

El motete es una forma musical ya marginal en el Barroco. La denominación se reserva para ciertas composiciones religiosas corales escritas a varias voces iguales, frecuentemente en un estilo obsoleto. En el siglo XVII mantuvo cierta vigencia en Alemania e Italia, y en el XVIII aún se usaba a veces la palabra para designar algunas cantatas de estilo concertante.

 Los géneros instrumentales

 El auge de la música instrumental

Este periodo vio aparecer la orquesta en el sentido moderno del término, y conoció la transformación de los instrumentos renacentistas hacia modelos dinámicamente más flexibles. Nacida durante el siglo XVI, la familia del violín (violines, violas, violonchelos) alcanzó su grado máximo de perfección constructiva en el XVII, hasta el punto de que entonces quedaron fijados los modelos que, en lo fundamental, han sido reproducidos durante los trescientos años siguientes, gracias a la labor de familias de artesanos como los Stradivari y los Amati. Paralelamente a ella sobrevivió a pleno rendimiento la fabricación de violas da gamba, extinguidas sin embargo hacia el final del periodo. Los instrumentos de madera fueron radicalmente transformados por la familia Hotteterre en la corte francesa de Versalles, apareciendo entonces el oboe, el fagot y la flauta travesera barroca.
La música instrumental, que en la época anterior dio el primer asomo en la música académica, tiene un auge sin precedentes en los siglos XVII-XVIII; por primera vez en la historia, la música vocal e instrumental están en plena igualdad. La música instrumental alcanzó su madurez: hay un gran florecimiento en géneros, técnicas, intérpretes y compositores que se acercaban a un profundo conocimiento de los instrumentos.
El cultivo de la música puramente instrumental llevó a un importante desarrollo de la técnica, al servicio de una fuerte expresión emocional. Se destacó el caso del violinista Arcangelo Corelli quien, según el testimonio de François Raguenet, cuando tocaba en público "perdía el dominio de sí mismo", tenía los ojos enrojecidos y, pese a todo esto, lograba expresarse a la perfección.

Sonata

Al igual que la palabra cantata designaba una composición para canto solista y bajo continuo, la palabra sonata designa en el Barroco una composición para uno o dos instrumentos de cuerda o viento (violín, flauta travesera, oboe...) y bajo continuo, dividida en tres o cuatro movimientos de carácter contrastante, habitualmente allegro-adagio-allegro (sonata da camera) o adagio-allegro-adagio-allegro (sonata da chies)a. Derivó de la canzona del Barroco temprano; la alternancia contrastante de movimientos sucesivos es paralela a la de la suite. Entre los más célebres autores de sonatas están Corelli, Vivaldi y Bach.
A mediados del siglo XVIII la palabra sonata designa también obras para tecla, tales como las más de quinientas sonatas para clave de Domenico Scarlatti.
 La triosonata o sonata en trío
La heredera del género polifónico renacentista y la principal forma de cámara del Barroco es una sonata para dos instrumentos agudos (frecuentemente violines), uno bajo, y el continuo, (el clavecín en la sonata da camera y el órgano en la sonata da chiesa) que era el encargado de completar las armonías, de modo que la triosonata requiere cuatro ejecutantes, pues la línea del bajo era interpretada por la viola de gamba, el bajón o un instrumento similar y el continuo doblaba esta línea y realizaba el "relleno armónico". Se destacan las obras de Corelli, Pergolesi, Sammartini, Händel, Buxtehude y Bach.

 El concerto grosso

A mediados del siglo XVII se convierte en el género instrumental más típico de la época. A diferencia de la música de cámara, cada parte es ejecutada por más de un instrumento, como ocurre típicamente en la orquesta. La ejecución a tutti alterna con pasajes a soli a la manera de la triosonata.
Importantes centros del género instrumental concertante son Módena, Bolonia y Venecia.

 reludios, tocatas, fantasías y fugas

Los preludios, fantasías o tocatas son piezas para un instrumento solista (generalmente de teclado) de carácter improvisatorio, y como tales de ornamentación cargada, forma indefinida y textura variable. Solían ir seguidos de una fuga (a 2, 3, 4 ó 5 voces).
Una fuga a dos voces significa que hay una voz con una célula (uno o dos compases) que crea un motivo (una melodía) y al cabo de un tiempo la otra voz lo imita. Una vez imitado, transpone (cambia de tonalidad), hace alguna variación o crea unas falsas repeticiones conocidas como puentes o colas (repetición de la célula sin hacer el motivo completo, sino que simplemente se repite la célula para cambiar, en la mayoría de los casos, de tonalidad). Si una fuga es a tres voces, pasa lo mismo, pero el motivo debe de repetirse tres veces (en voces distintas) y así sucesivamente (si es a cuatro voces, cuatro veces se verá el motivo...).

 La suite

Una suite es un conjunto de movimientos o piezas de danza agrupados.
La suite habitualmente tenía seis partes:
  • Allemande: danza alemana de compás cuaternario y tempo moderado.
  • Courante: movimiento que generalmente es un poco más rápido que el anterior, de compás ternario y frecuentes hemiolias.
  • Zarabanda: danza lenta de compás ternario que acentúa característicamente su segundo pulso, de origen español.
  • Giga: danza rápida en diversos compases de subdivisión ternaria, de origen irlandés.
  • Minué: obra parecida a un vals. La suite suele contener dos minués emparejados.
  • Rondó: pequeña obra basada en la repetición de un tema (A), con intrusiones de (B, C, D, etc.).
La música de las suites suele ser aristocrática, vigorosamente rítmica y melódicamente rica, uniendo la variedad y decoro italianos a la gravedad alemana.

Los compositores y sus países

En esta época, el compositor y/o músico no es considerado un artista como más adelante se le vería, sino que su imagen yace al nivel de un artesano o siervo. Este no gozaba de tanta libertad creativa, sino que su obra estaba adherida a la necesidad de satisfacer a un noble o mecenas. Ya para el Barroco tardío, la producción musical comienza a innovarse y a proponer nuevas formas.

[El Barroco alemán empezó con la figura de Heinrich Schütz (1585-1672), llamado el padre de la música alemana, el más notable en la primera mitad del siglo XVII alemán. Johann Hermann Schein (1586-1630), Samuel Scheidt (1587-1654) y Michael Praetorius (1571-1621), contemporáneos de Heinrich Schütz, también son bastante notables en esta época.

En la segunda mitad del siglo XVII, Dietrich Buxtehude (1637-1707) es el más sobresaliente, siendo en 1705 visitado por un joven Bach. Johann Pachelbel (1653-1706), Johann Jakob Froberger (1616-67) y Georg Muffat (1653-1704) destacan asimismo.
Al cabo entre los siglos XVII y XVIII, Johann Kuhna (1660-1722), Johann Joseph Fux(1660-1741), Johann Caspar Ferdinand Fischer (c. 1665-1746) y Georg Böhm (1661-1733) son los más prominentes.
El Barroco musical llegó a su máxima madurez y esplendor en la primera mitad del siglo XVIII con uno de los compositores más importantes de la música universal, Johann Sebastian Bach (1685-1750), que agotó todas las posibilidades de la música barroca. Su obra es la cumbre y ocaso de la música barroca, y marca el fin del periodo en Alemania y en Europa.
Reinhard Keiser (1674-1739), Johann Mattheson (1681-1764), Johann Adolph Hasse (1699-1783) y Carl Heinrich Graun (1703-59) junto con un joven Händel (1685-1759) -hasta que en 1712 se fue a Inglaterra- son los más destacables junto con Bach.
Georg Philipp Telemann (1681-1767), junto con Bach, es el músico más importante del Barroco tardío alemán, y marca igualmente el inicio de la transición de la música barroca hacia la música clásica de la segunda mitad del siglo XVIII en su país.

 Inglaterra

En Inglaterra el Barroco tarda en desarrollarse hasta la restauración de 1660, siendo John Blow (1649-1708) y su alumno Henry Purcell (1659-95) los más destacados e influyentes en la segunda mitad del siglo XVII.
En la primera mitad del siglo XVIII, Georg Friedrich Händel (1685-1759), desde su llegada en 1712 al país, es el más importante, destacado e influyente, siendo la cumbre del Barroco inglés y, junto con Bach, el más importante del Barroco tardío.
Después de Händel, la música inglesa vive un periodo de ocaso, aunque a mediados del siglo XVIII destacan Thomas Augustine Arne (1710-78) y William Boyce (1711-79), poniendo el punto final al Barroco inglés.

Francia

El género se consolida con Jean-Baptiste Lully (1632-87), un italiano de nacimiento, que introduce la ópera en Francia, siendo el más importante compositor nacional del siglo XVII en ese país. También sobresale en el mismo siglo Marc Antoine Charpentier (1640-1703), siendo el máximo rival de Lully.
Al cabo de los siglos XVII y XVIII, François Couperin (1668-1733) es el más importante, siendo una de las cumbres del Barroco francés. Louis Marchand (1669-1732) también destaca, teniendo en 1717 un duelo musical con Bach.
Jean-Philippe Rameau (1683-1764) es, junto con Couperin, la cumbre barroca nacional y el cenit del género francés barroco en la primera mitad del siglo XVIII, siendo en los últimos años testigo del cambio del Barroco al Clasicismo en su país.

 España

En España sobresalieron Gaspar Sanz, Juan Cabanilles, Antonio de Literes, el Padre Soler, Juan Hidalgo, Sebastián Durón, José Marín, José de Nebra,Francisco Corselli, José de Torres, Jaime Facco, Joaquín García de Antonioy Tomás de Torrejón y Velasco.
Por entonces vivieron en España, donde compusieron la mayor parte de sus obras, los italianos Domenico Scarlatti y Luigi Boccherini. Fue muy importante la actividad musical durante el reinado de Fernando VI, un gran amante de este arte. Por otro lado, la ópera no fue asimilada sino hasta el siglo XVIII. En su lugar se llevaron a cabo las zarzuelas.
En las colonias españolas en América también hubo actividad musical, principalmente en Perú con compositores -como el milanés Roque Ceruti-, Juan de Araujo, José de Orejón y Aparicio cantantes, instrumentistas. Mucha de esta música aún se conserva y ejecuta.



LIBRO HISTORIA DE LA MUSICA .PAGINA 1211. NUESTRA JOYA . J.G.&A.M.

No hay comentarios:

Publicar un comentario