MUSICA ES VIDA

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MUSICA,TERAPIA,SALUD Y VIDA

miércoles, 11 de mayo de 2011

LA MUSICA ESTA EN MI...LA MAGIA PODERLA TRANSMITIR

Tardé bastante tiempo en decidirme si empezaba con Bécquer o no mi artículo anterior. Al fin me arriesgué. Parece como si él escribiera aquello que yo pienso y no soy capaz de expresar, por eso lo tomé como sustento. Pero ahora te necesito a ti. ¡Sí!, quiero que tú seas ese lector “implícito” que traspase mis palabras y llegue a mi pensamiento, llenando “los vacíos” y extrayendo este texto de la indeterminación. Serás mi lector modelo (lo que muchos conocen con el nombre de “autor desdoblado”) y así mi mensaje cumplirá su misión...
Una persona que siempre me  hace ampliar mi campo de visión, coordinando mi punto de vista con el de los demás para así poder enriquecerme. Yo empleé los términos de transdisciplinariedad, los ámbitos de: Identidad y Autonomía Personal, Medio Físico y Social, Comunicación y Representación... Después los enlacé siguiendo un criterio de globalidad y mutua dependencia. Ahora quiero explicarte (permíteme hablarte directamente, así te  siento más cerca) por qué lo hice. La Educación musical es algo que me llena por completo, nunca creí que pudiera llegar al extremo de hablar de unos términos tan específicos de mi especialidad en piano. Pero la razón que me impulsa a hacerlo es que he descubierto la Música como elemento clave, integrador de esta etapa educativa (0 a 6 años), y quiero transmitírselo a esas personas que no se han adentrado en el fabuloso mundo de la musica.
En el Congreso Mundial de Educacion Musical al que asistí, intercambiamos investigaciones y experiencias con profesionales llegados de las diferentes partes del mundo y cómo no: la Música también ocupó su lugar entre ellas. Tanto los ponentes como los asistentes nos enriquecimos con las diversas comunicaciones en las que se habló de las nuevas tecnologías y la Educación Musical en las  primeras etapas, la Música como elemento integral en la educación, medio de estimulación temprana, instrumento potenciador de las habilidades lectoescritoras, la introducción de conceptos matemáticos a través de la práctica musical... Me alegró muchísimo comprobar que todas estas personas la hayan descubierto como elemento imprescindible en la educación actual y transmitan sus experiencias a todos los que les rodean.
Ahora me gustaría que te planteases esta pregunta: ¿existe un trabajo  más importante que el de formar y dirigir  el desarrollo de un ser humano? Estoy segura de que en cualquier momento de tu vida has sido maestro  (piensa en tu hermana , en tu  hija... o en cualquier joven con el que hayas hablado. ¿Te has replanteado alguna vez la labor tan importante que has podido ejercer sobre él? Tu influencia ha podido ser decisiva). Seguro que tú has descubierto la Música como fuente inagotable de satisfacción y de recursos, como uno de los estímulos más poderosos que pueden actuar en nuestro ser... ¿Por qué no transmitirle eso al joven? El/ella será el futuro de mañana. Si quieres que la Música se valore como se merece, está en ti ser un/a buen/a maestro.
En la Educación Musical podemos encontrar dos ámbitos: la Música en el sistema educativo escolar (Educación Infantil, Primaria, Secundaria...) y las instituciones educativas específicas (Conservatorios) con actividades orientadas hacia la formación artística y profesional de compositores, intérpretes... Podría reflexionar también sobre algunas instituciones culturales pero no es este el momento apropiado.
Como bien he leído en un libro: “Si el alumnado de los colegios no desarrolla sus capacidades artísticas fundamentales y básicas, no da valor a la experiencia musical, raramente llegará a necesitar de niveles superiores (Conservatorios)”. Las escuelas deben proporcionar ese primer acercamiento a la Música, pero no la encasillemos como materia que se imparte en un tiempo y espacio determinado, hagamos que trascienda a nuestras vidas y contribuya a nuestra autorrealización como personas.
Lo ideal sería que además de una Educación Musical en todos los niveles de escolaridad, el ambiente familiar y social estuviera plenamente inmerso en este espíritu musical (que es lo que ocurre en otros países). Aquí todavía no se considera una enseñanza fundamental en el desarrollo integral de la persona. Me atrevo a decir que sigue siendo “privilegio” de una minoría. Nosotros que hemos tenido la posibilidad de acceder a ella somos quiénes la debemos difundir (¿recuerdas el “Mito de la Caverna” de Platón?. Te animo a que seas como los “filósofos” para que puedas guiar a las personas a ese “mundo” que sólo algunos han podido vislumbrar).
Esta vez terminaré hablando de mi experiencia musical: comenzó con canciones, juegos y rimas populares, cuentos instrumentales en mis primeros años de escolaridad, el taller de flauta (cuando todavía existía la E.G.B.), en la casa de mi maestro con el piano de mi maestro... Ahora veo el momento oportuno para agradecer sus enseñanzas a mi familia, a mis profesores de Música , el instituto, la Universidad y cómo no: a un amigo   que también hace posible este blog. El me ha hecho descubrir la importancia de la Música para todo ser humano y por eso hoy puedo transmitirlo a los demás, estando plenamente convencida de mis palabras. Espero que algún día alguien también pueda agradecerte tu enseñanza musical, al igual que yo lo estoy haciendo a las personas que me han brindado la oportunidad de dar un primer paso en el conocimiento de la Música.
 

lunes, 9 de mayo de 2011

LA MUSICA Y EL AMOR......

Los conceptos sirven para limitar la realidad y convertirla en algo comprensible. Cuando esto se pierde de vista, tenemos conceptos tan amplios y que significan tantas cosas que en realidad no significan nada.
Sin embargo, algunos conceptos pueden tener muchas cosas en común. Esto es lo que ocurre con el amor y la música. No se trata de una visión romántica o romantizada: si bien la música "mueve los afectos" (o dicho en palabras de nuestro tiempo: produce sentimientos), el amor hace exactamente lo mismo. Por ello, tanto el amor como la música pueden tener en nosotros un mismo efecto, si bien la causa muy diferente.
En este sentido, sería inútil confeccionar un artículo nombrando todas las piezas instrumentales u óperas que han sido inspiradas en el amor; entre otras cosas, porque incluso para las piezas que no tratan a este sentimiento de manera explícita, probablemente lo hagan implícitamente... ¡Quién sabe las fuentes de inspiración de los autores! A veces no las conocen ni ellos mismos.
Mucho más fácil sería nombrar las óperas que en su argumento no incluyen algo que las relacione con el amor; ¡son muchísimas menos! Intentemos profundizar de una manera filosófica en el amor y dejemos de lado la idea de hacer un absurdo inventario que de poco nos serviría.
Está claro que el arte es aún más arte cuando se nutre de sentimientos, y no sólo de ideas. La mayoría de los experimentos únicamente "numéricos" de mediados de siglo (Schoenberg, dodecafonismo "intelectual", algunas piezas de Xenakis, etc.) han fracasado desde un punto de vista histórico. Y digo "han fracasado" porque no se tocan tanto ni tienen tantos adeptos como otras músicas "modernas" que no atienden al hecho estético como algo deshumanizado.
Por otro lado, no seamos pretenciosos... quizás en un futuro ésta sea la música que se escuche. Pero, sinceramente, lo dudo; en muchos de esos experimentos se sobrevaloraba la capacidad perceptiva del ser humano: aún faltan milenios de evolución genética para que nuestro cerebro pueda decodificar las relaciones numéricas complejas que puede portar una música, tal y como un ordenador podría hacerlo, y además encontrar algún tipo de belleza en ello.
Una demostración matemática no es bella en sí misma. Lo bello es la idea "genial" que se le debió ocurrir a alguien para realizarla, a la vez que bello es el placer que sentimos cuando nosotros nos hacemos partícipes de esa idea. Pero un puñado de números y fórmulas no son nada de nada. El hombre es lo realmente importante.
No crean ustedes que porque Kasparov perdiera ante Deep-Blue es acaso Deep-Blue la máquina más inteligente del mundo. Lo que sí tiene Deep-Blue es una capacidad de procesamiento, una profundidad de jugadas y una biblioteca de partidas infinitamente mayor que cualquier persona. ¡Pero qué significa eso! Precisamente la intuición, la capacidad de "equivocarse" y el amor son las cualidades que han hecho al hombre "inteligente" (han propiciado que evolucionemos y lleguemos a este momento).
La genialidad de una demostración es exactamente igual que la genialidad de una pieza musical: se trata de una idea, algo de lo que antes nadie se había dado cuenta, algo por descubrir. Muchos creen que el arte y la ciencia son cosas totalmente separadas; separaciones tales como las del trivium y el quadrivium. Sin embargo, la ciencia y el arte son tanto en su base como en su fin la misma cosa. Persiguen la transcendencia del hombre como último fin.
La gran diferencia entre el arte y la ciencia es que el arte consigue llegar al "fin" mucho antes de lo que la ciencia podrá hacerlo: el arte alcanza esa transcendencia de manera inmediata, mientras que para la ciencia aún falten unos cuantos milenios.
Está demostrado y es comunmente aceptado que las personas especializadas en la música o las letras desarrollan más una parte del cerebro que aquellas cuya dedicación exclusiva es la ciencia (la matemática), quienes desarrollan otra totalmente diferente. Precisamente por esta razón, ha sido un gran error heredado la separación entre filosofía y física, o filosofía y matemáticas. No se trata de pensar que Albert Einstein, el cual tocaba el violín, sea un modelo de personalidad investigadora, creativa, y a la vez "artística". Pero sí que puede servirnos como ejemplo de la gran importancia de la música (las "letras") y la ciencia, por igual, en la formación de una persona. Quizás por esta absurda separación no tengamos muchos más Einsteins en la actualidad. A veces las preguntas son mucho más importantes que las respuestas.
Lo dicho anteriormente no se separa en absoluto del leit-motiv de este artículo: con ello, hemos comprobado cómo la música, por tanto el arte, por tanto los sentimientos, están unidos de manera inseparable con lo intelectual. Una aparente contradicción con el principio de este mismo artículo. Pero precisamente usemos esta técnica Hegeliana para llegar a la síntesis, tras la exposición de la tesis y la antítesis.
Cualquier representación artística, cualquier expresión humana, es portadora de sentimientos, aún sin que el propio individuo lo pretendiera al realizarla. Todos sabemos que el amor es el sentimiento que más fuerte ha hecho mella en el hombre desde que tuvimos consciencia del mismo.
Profundicemos en el amor de por sí, sin relacionarlo con la música. Reflexionemos sobre algo que probablemente, dada la naturaleza del hombre, no estemos aún preparados para comprender completamente. Buscar el porqué o el cómo de un instinto propio es el hecho más inteligente de un ser: es el nacimiento de la conciencia.
Obviando la clásica pregunta (¿Qué es el amor?), deberíamos preguntarnos primeramente... ¿es el amor un hecho común a todas las especies? ¿Puede considerarse amor el acto sexual, sin más, de los leones? Y si eso no es amor, entonces ¿es amor el que se procesan las cigüeñas, simplemente porque conservan una única pareja, con la que conviven para toda su vida?
Deducimos obligadamente que el amor es mucho más que todo eso: el amor es un invento humano. Sin embargo, no por ello pierde un ápice de su relevancia, ya que todo lo que nos rodea, todo lo que somos, es un invento humano (¡mucho más humano que divino!).
Teniendo en cuenta que el amor, incluso en la especie humana, está íntimamente relacionado con la reproducción y conservación de la especie, llegamos a la pregunta más importante:
¿Son todos los sentimientos (no sólo el amor) formas "evolucionadas" que poseen los individuos de una especie para obrar de manera natural?
Observemos el amor desde un punto de vista biológico.
Hay quien piensa que la selección natural es un hecho más que presente en nuestra sociedad actual. La belleza física e intelectual son elementos que igualmente pueden atraernos de alguien. Sin embargo, lo más natural es que alguien que nos parezca bello físicamente sea objeto fácil de nuestro amor. Quien niegue esta afirmación está negando la existencia de enfermedades como la anorexia, y a la vez niega que en el cine y en la televisión no hacen más que presentarnos modelos "físicos"-humanos  ideales hacia los que se orienta la sociedad inconscientemente. Sin embargo, aquí se olvida que la belleza más profunda no se suele mostrar a primera vista. A veces, el amor no es capaz de ver ni la belleza ni la fealdad que permanece escondida; justamente, el artista es aquel que es capaz de ver lo bello en lo que otros no ven nada.
La separación griega entre sentimientos y voluntad como fuerzas contrapuestas, lucha de contrarios propia de la filosofía alemana, ha marcado claramente la evolucion de nuestro pensamiento actual. Esto nos llevaría a preguntarnos... ¿sienten de manera diferente el amor otras culturas avanzadas, como la China, la Hindú, la sudamericana, que nosotros los Europeos? Investigando un poco descubriremos que todas las culturas poseen cánticos y poesías populares sobre maneras más o menos evolucionadas de amor: desde tribus africanas que aún viven en el Neolítico, pasando por la música balinesa, hasta la cultura Mongol. Lo cierto es que, paradógicamente, tenemos muchos más parecidos que diferencias, sobre todo en los sentimientos. Cualquier persona que no se dé cuenta de la fugacidad de su vida, que no haya reflexionado sobre el amor, que discrimine a los demás por su raza o que piense en separatismos fanáticos, esa persona necesita alicates para abrir su mente a la realidad.
Pasemos a un plano mucho más material, más cercano, y por tanto más opinable... ¿Cómo se refleja el amor en el arte?
El pintor se libera en el color y en el aura que imprime a su cuadro (sus pinturas adquieren un carácter "mágico"); su amada queda reflejada como una diosa para la posteridad (Gala pintada por Dalí, la Mona Lisa, las Majas, etc.); de la misma manera, cuando tiene un desamor, se refleja igualmente, a veces en una pintura tenebrista o que de alguna forma nos deja ver su estado de ánimo. Pobres de aquellos artistas que dedican su obra al amor y no son correspondidos; de esta manera, ese sentimiento quizás pasajero, perdura para siempre como un espejo de aquel momento que hiere nuestro corazón, a la vez que perpetúa a personas que probablemente no merecían la pena (¡No es el caso de Brahms y Clara Wieck!).
El escritor lo tiene muy fácil para expresar sus sentimientos, pues la palabra amor o desamor nos recuerda, a todos, versos que han marcado nuestra existencia.
¿Y en la música? La música como arte por excelencia (arte de las artes) representa el mayor de los exponentes posibles de amor. Sería evidente decir que son cientos, miles, las piezas compuestas por y para el amor.
Ahora, pecando de presuntuosidad, expondremos una aparente paradoja: Quizás la descripción más científica, más exacta, que pueda existir de algunos hechos son los propios sentimientos. Cuando Tchaikowsky o Prokofiev compusieron su Romeo y Julieta, o Ginastera su "danza de la moza donosa", o cuando yo mismo compongo y estoy enamorado... ¿creen que es más fácil el hecho de componer? ¿Se purifica de alguna manera la conversión de sentimientos en música? ¡No! ¡Componer enamorado es la tarea más difícil que existe en este mundo! Es el mayor momento de inconformismo del artista con su propia obra. A esto se suma que cuando uno crea inspirado en alguien, dedicándole a alguien su creación, debe utilizar un lenguaje que le sea comprensible, porque se está escribiendo un mensaje previamente dirigido.
Para crear se necesita la cabeza fría. Sin embargo, y quizás porque las cosas más bellas y significativas de la vida son casi siempre breves, la poca música que uno compone en ese estado encierra tanta belleza como ese sentimiento que se clava en el corazón.
El amor y la música no son sólo inspiración, sino también inteligencia, conocimientos y fuerza de voluntad. Saber amar es un arte. Saber apreciar la belleza en la música también es un arte. Ser músico significa esto último más que cualquier otra cosa; mucho más que saber leer una partitura (lo cual parecería ilógico).
El romanticismo irracionalista es tan absurdo como el racionalismo antirromanticista. Amar a quien no te ama es algo carente de sentido lógico, incluso carente de sentido emocional, y que puede hacernos mucho daño. Sin embargo, ¿quién no tiene o ha tenido un amor platónico/no correspondido? En realidad el hombre no es un ser lógico.
A cuento de ello, las óperas nos reflejan historias de infidelidad y desamor tanto por parte masculina como por parte femenina. Sin embargo, debido al machismo existente hasta hace muy pocos años, la mujer aparece como prostituta (mujer poco virtuosa) y el hombre como Don Juan (hombre bien dotado).
Sin embargo, en Don Giovanni de Mozart, la joven Zerlina se enamora de Don Juan sólo por su casta (pertenecía a la nobleza) y porque éste le promete fidelidad y estabilidad económica, abandonando sin pensarlo ni un momento al que iba a ser su marido (un simple  campesino). ¡Quizás Don Juan era Don Juan (en esta historia) porque las mujeres así lo deseaban!
Probablemente el hombre siente diferente el amor que la mujer (tal vez por simple constitución biológica), aunque es seguro que los criterios machistas inherentes a la sociedad habrían de reflejarse también en el arte. Pero como todo lo popular, siempre conlleva algo interesante para la reflexión. Ciertas óperas o ciertos ballets nos muestran a un hombre muy guiado por sus sentimientos, incluso a la hora de la infidelidad, guiado por sentimientos sinceros a la vez que primarios. La mujer se nos presenta con un alma más sibilina, más taimada, más insegura de sus propios sentimientos, poco sincera consigo misma y guiada por lo terrenal. Suele darse en esas historias un hombre el cual se enamora y ha de cortejar a la mujer, la que al final acaba rendida en sus brazos.
El concepto de amor, al igual que la música actual, es algo en continua evolución, inseparable de la evolución del propio hombre. Por ello, estos significados y connotaciones de amor expuestos en las óperas y en el arte han influido y probablemente aún influyen en el sentimiento de "amor" que todos sentimos, a manera de un inconsciente colectivo, y de esa manera, muchas veces estas óperas están llenas de verdad.
Parece simple, utópica y a la vez cargada de sentido la idea de que el amor es la solución universal, piedra filosofal arquimista, para todos los problemas que existen en el mundo. Dado que amar es un arte (véase Erich Fromm: "El arte de amar"), probablemente no todos estemos preparados para amar, al igual que no todos tenemos dones para tocar el piano o para estudiar matemáticas. Amar demasiado es un problema. Amar poco, también.
Tras este conglomerado de ideas unidas por un hilo tendido entre lo lógico y lo intuitivo, a la espera de que hayamos reflexionado sobre el amor y la música, finalizaremos con un poema de Becquer. Así imagina el compositor a su amada tocando su música; así debió imaginar Schumann a Clara, o Liszt a Marie d'Agoult y a la Princesa Carolyne von Sayn-Wittgenstein.
Esas quejas del piano
a intervalos desprendidas,
sirenas adormecidas
que evoca tu blanca mano,
no esparcen al aire en vano
el melancólico son;
pues de la oculta mansión
en que mi pasión se esconde,
a cada nota responde
un eco del corazón
.

 

sábado, 7 de mayo de 2011

LA PASION POR LA MUSICA DE LA MANO DEL AMOR ...

La música se expande omnidereccionalmente, se filtra por las rendijas y hace vibrar los objetos, así como nuestros tímpanos.
Transmite sensaciones, evoca recuerdos, tranquiliza o subleva al individuo; lo alivia o atormenta.
Las canciones adquieren peculiares connocationes relacionadas con aquellos momentos en que las escuchábamos: Así, a veces no sólo por sí mismas nos tornan tristes o alegres, sino por asociarlas a un espacio de tiempo determinado de cuya vivencia volvemos a experimentar la sensación.
Las melodías arropan en la cama a aquél que las escucha, le acarician la nunca y hasta lo besan al desearle buenas noches; perforan los oídos del intrépido portador de unos auriculares con el volumen al máximo.
Las notas musicales no se propagan sólo en el espacio, sino también en el tiempo; teniendo cada una de ellas una duración, que sumada a la de todas las demás, más los silencios, suman los segundos en los que transcurre nuestro cotidiano día a día.
Dado que es posible realizar cualquier otra tarea mientras se es partícipe de uno de los mayores procesos auditivos; es de recibo afirmar que la música es para la vida, lo que las especias para la comida o el amor para el hombre....relacionamos el amor con la pasión por la música....

jueves, 5 de mayo de 2011

GLENN

Glen fue sin duda un maestro del piano y quizás se tomaba esas libertades al tocar porque él ya antes había dominado la interpretación tradicional y quería pues crear su propio lenguaje, así tal como él lo entendía en su cabeza y pensaba que estaría mas acertado. Además, como no podemos volver al pasado, no se puede saber a ciencia cierta cómo tocaba Bach y que exactamente buscaba transmitir con las variaciones de Goldberg por ejemplo, que en tal caso sería lo correcto. Yo personalmente adoro las variaciones con algunas interpretaciones que Glen hacia de los preludios y fugas de Bach así como con otras que hacía de las sonatas de Mozart,  me parecen muy apropiadas que digamos pero bueno supongo que Glen, siendo el virtuoso que fue, tendría razones de peso para tocar de esa manera....pero porque?

miércoles, 4 de mayo de 2011

GOULD Y SUS VARIACIONES

Sobre las Variaciones Goldberg se ha escrito mucho, y no siempre con acierto.

Nikolaus Forkel cuenta en su biografía de 1802 una anécdota sobre su origen: afirma que Bach las compuso para que su alumno Johann Gottlieb Goldberg las interpretase, con el fin de que el conde Hermann Carl von Keyserlingk, aquejado de un grave insomnio, pudiera dormir escuchándolas. Sin embargo, ni la obra está dedicada al conde, ni Goldberg podría haberla tocado a los 12 años, cuando se compuso.

La realidad es menos interesante; la obra llevaba por título "ejercicios para teclado", y forma parte de un conjunto de obras en las que Bach explora los límites del contrapunto y la armonía, a la vez que exige del intérprete una destreza pianística importante. Otra obra similar de Bach sería "El clave bien temperado".

También se ha escrito sobre las interpretaciones numerológicas de la obra. Toda la obra se estructura sobre el número 3: hay sucesiones de 3 variaciones que acaban siempre en un canon; es decir, con la imitación de una línea melódica a un intervalo fijo (variaciones 3, 6, 9, 12, 15, 18, 21, 24, 27, 30). Algunos hablan de una mención velada a la Santísima Trinidad (3). También es muy común que se vincule a Bach con intenciones y ritos masónicos, de manera que su música ocultaría cifrados mensajes inciertos e iniciáticos.

Con 20 hijos y una dedicación absoluta a la música, no creo que a Bach le quedara ni tiempo ni ganas de participar en cónclaves místicos y ocultistas. En su obra hay matemáticas porque es música. Porque la música es el sonido ordenado, como se ordenan las ramas de un árbol sobre la base del número phi. El solfeo tiene una estructura lógica semejante a la lógica simbólica aristotélica o a las matemáticas. Buscar una intención en ello es un ejercicio fútil.  


Inicio de la variación 20

La obra en sí guarda suficiente complejidad y belleza sin necesidad de buscarle un sentido más allá del puramente musical. Variaciones como la número 20, una tocata virtuosística, muestran la exigencia técnica que supone interpretar esta obra, en la que el cruce de manos Sobre las Variaciones Goldberg se ha escrito mucho, y no siempre con acierto.
Nikolaus Forkel cuenta en su biografía de 1802 una anécdota sobre su origen: afirma que Bach las compuso para que su alumno Johann Gottlieb Goldberg las interpretase, con el fin de que el conde Hermann Carl von Keyserlingk, aquejado de un grave insomnio, pudiera dormir escuchándolas. Sin embargo, ni la obra está dedicada al conde, ni Goldberg podría haberla tocado a los 12 años, cuando se compuso.
La realidad es menos interesante; la obra llevaba por título "ejercicios para teclado", y forma parte de un conjunto de obras en las que Bach explora los límites del contrapunto y la armonía, a la vez que exige del intérprete una destreza pianística importante. Otra obra similar de Bach sería "El clave bien temperado".
También se ha escrito sobre las interpretaciones numerológicas de la obra. Toda la obra se estructura sobre el número 3: hay sucesiones de 3 variaciones que acaban siempre en un canon; es decir, con la imitación de una línea melódica a un intervalo fijo (variaciones 3, 6, 9, 12, 15, 18, 21, 24, 27, 30). Algunos hablan de una mención velada a la Santísima Trinidad (3). También es muy común que se vincule a Bach con intenciones y ritos masónicos, de manera que su música ocultaría cifrados mensajes inciertos e iniciáticos.
Con 20 hijos y una dedicación absoluta a la música, no creo que a Bach le quedara ni tiempo ni ganas de participar en cónclaves místicos y ocultistas. En su obra hay matemáticas porque es música. Porque la música es el sonido ordenado, como se ordenan las ramas de un árbol sobre la base del número phi. El solfeo tiene una estructura lógica semejante a la lógica simbólica aristotélica o a las matemáticas. Buscar una intención en ello es un ejercicio fútil.
Inicio de la variación 20

La obra en sí guarda suficiente complejidad y belleza sin necesidad de buscarle un sentido más allá del puramente musical. Variaciones como la número 20, una tocata virtuosística, muestran la exigencia técnica que supone interpretar esta obra, en la que el cruce de manos es frecuente y se exige una interpretación clara, nítida, de ambas manos. En esto, Glenn Gould es una referencia inexcusable.
Y todo quedaría en una obra más de Bach, perfecta en su forma, bellísima en su musicalidad y enormemente exigente y compleja; pero las variaciones Goldberg esconden una perla en su interior: la variación 25.
La variación 25 es la tercera y última de las variaciones en Sol menor; en compás de ¾ está indicada en adagio. Es, con mucho, la variación más larga, aunque sólo tenga 32 compases. Y es extraña.
Para entenderlo en toda su intensidad es necesario escuchar la obra en su conjunto; de esta manera se percibe como un golpe su melancolía, su pasión. Su fuerza. Williams dice que "la belleza y oscura pasión de esta variación la convierten incuestionablemente en el punto emocionalmente más alto de toda la obra". Y la pianista polaca Wanda Landowska le puso el apodo de "La perla negra".
Gould habla de una fatigada cantinela, que supone un golpe psicológico maestro. Basta con ver la expresión de los intérpretes mientras la interpretan para darse cuenta de que están realmente transidos por una emoción irrefrenable. Y son unas pocas notas, una letanía en la que la mano derecha busca unas notas lejanas, inalcanzables. El piano mismo parece sollozar con su cadencia triste, agotada.
Pero, además, es una pieza atípica. ¿Cómo es posible que en el siglo XVIII un compositor se fuera tan claramente "de tono"? Hay ecos de Mahler en esta obra, en su leve indefinición tonal, apenas perceptible. Es una obra de otro tiempo, que debió extrañar a los intérpretes de su época.
Gould deja volar su mano derecha, la agita en el aire, se abstrae en la oscura belleza de la perla negra. Es un momento en el que el tiempo se detiene.
es frecuente y se exige una interpretación clara, nítida, de ambas manos. En esto, Glenn Gould es una referencia inexcusable

lunes, 2 de mayo de 2011

ENTENDER LA FUGA...SIN PALABRAS

www.institutocefer.com/HazteDonante - Primer Banco de Semen de España Primer Banco de Semen de España


Una explicación original, simple y directa de lo que es una fuga... Eso sí, antes de apretar PLAY abrí bien los ojos y los oídos:
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J. S. Bach - Fuga en Do, El Clave bien Temperado II - Por Glenn Gould

link: http://www.videos-star.com/watch.php?video=okCtwtCIukQ

domingo, 1 de mayo de 2011

EL CINE Y NUESTRO GENIO

Glenn Gould (25 de septiembre de 1932 – 4 de octubre de 1982) fue un genio sin igual. Un artista único, con una infinita imaginación y una virtud ancestral en sus gloriosas manos. Su vida, cargada de magia y excentricidad, proporcionó más que suficiente material cinematográfico para que en 1993, François Girard realizara esta gran película que todo amante de la música clásica y del arte en general no debería dejar pasar por nada del mundo. Gould, fue un personaje muy importante para el siglo XX, sus interpretaciones en el piano eran asombrosas, especialmente las versiones de las complejas “Variaciones de Goldberg BWV 988” (1741), del compositor clásico Johann Sebastian Bach, prueba contundente del extraordinario talento de este músico insuperable. En este film, Girard explora las múltiples facetas de Gould a través de 32 cortos; algunos, en plan biográfico, narran su vida y obra, mientras que en otros el director introduce valiosas entrevistas de artistas y amigos cercanos al pianista, así como también diversas experimentaciones audiovisuales, tales como animaciones musicalizadas por la sofisticada música de Gould, así como también interesantes capítulos relacionados con las curiosas y perspicaces ideas del maestro. ’Treinta y dos cortos sobre Glenn Gould’ está protagonizada por el actor Colm Feore, quien realiza un impecable trabajo al personalizar la elegante y misteriosa figura del autor. Me encantaría más sobre la fantástica personalidad del genio Gould, pero será mucho mejor para quien esté leyendo esto, que lo descubra por sí mismo a través de esta meritoria cinta, un trabajo clave para apreciar gran parte de la vida de uno de los mejores músicos de todos los tiempos. Y por si aún quedan dudas, el de más abajo es Glenn Gould, interpretando a Bach…