MUSICA ES VIDA

MUSICA ES VIDA
MUSICA,TERAPIA,SALUD Y VIDA

domingo, 30 de enero de 2011

REFLEXION SOBRE DIRECCION DE ORQUESTA

SI LA BATUTA SONARA.......
La figura del Director aparece como una necesidad inaplazable al crecer en número y variedad instrumental las agrupaciones musicales; para decirlo llanamente: hacía falta una persona que aunara las voluntades de los ejecutantes.
No sabemos cómo se dirigía en la Antigüedad, aunque es seguro -por sentido común- que alguien ejercía esta función; la Biblia nos habla de grupos formados por cantantes, flautas, arpas, cítaras, tambores, etc. Tres mil años después sabemos, por fin, cómo se dirigía, pero... ¡Qué desilusión!; el Director de la época golpeaba el suelo con un gran bastón y los músicos le seguían "como podían"; todos estaremos de acuerdo en que resulta grotesco y poco musical ejercer así el oficio.
Felizmente, hace mucho tiempo que las cosas han cambiado y hoy día existe un magnífico lenguaje mudo para hacernos entender "a la primera" por los dirigidos: ¡LA TECNICA DE LA DIRECCION!.
Llamamos TECNICA al conjunto de gestos y actitudes que utiliza el Director para transmitir su voluntad, con claridad y precisión, a cualquier tipo de agrupación musical. La realización técnica corresponde casi exclusivamente a los brazos del Director.
La Técnica, por definición, es contraria a todo tipo de gestos teatrales e inútiles, tan gratos al auditorio generalmente ignorante y a los críticos ineptos, corruptos o sordos, que con demasiada frecuencia califican de "Dirección expresiva" las payasadas de muchos mal llamados directores.
Así pues, atentan contra la claridad y, por tanto, contra la Técnica, siendo indignos de ocupar el podio los que: marcan tiempos que no existen (entradas de clavo como horroroso sucedáneo de la auténtica anacrusa); no dibujan el compás; golpean por debajo del atril; se agachan para indicar piano y se esconden para indicar pianísimo; dan taconazos porque se les para o escapa el tiempo; dan saltos ; practican esgrima con la batuta; marcan siempre arriba y abajo como si toda la Música compuesta a los largo de la Historia estuviese escrita en compás de dos por cuatro; hacen "solos de batuta"; marcan suelto cuando es legato o viceversa; subdividen cuando no hace falta y no lo hacen cuando es imprescindible; "dirigen" un cálido villancico con un gesto enorme y desproporcionado, como si se tratase de la Cabalgata de las Walkirias...; y todos aquellos cuyo gesto no es estético. No olvidemos que una de las virtudes que adorna siempre al Director que posee una buena Técnica es "LA ELEGANCIA".
Estos comentarios, sin duda atroces y despiadados, obedecen a reflexiones profundamente meditadas sobre la disciplina absolutamente espartana recibida de mi Maestro y amigo Francisco García Nieto en el Conservatorio de Madrid. Vayan desde estas líneas mi más sincero agradecimiento y pequeño homenaje a su fantástico magisterio.
Pero ¡cuidado!, la Técnica no lo es Todo; por eso no quiero acabar este, ya extenso, artículo sin exponer dos premisas que García Nieto gusta repetir hasta la saciedad:
-Para ser buen Director es imprescindible ser buen Músico, pero esto no es suficiente, hay que tener además una Técnica Perfecta. Es sabido que geniales compositores han "fracasado" cuando se han puesto delante del Coro, Orquesta, etc..., llegando incluso a "perderse" interpretando su propia Música.
La Técnica debe estar siempre al servicio de la Música; esto es lo que diferencia al auténtico Director del simple batutero.
Para terminar, esta vez de verdad, varias reflexiones:
-¿Creéis, realmente, que la superabundancia de gestos, muchos inútiles, tienen un efecto positivo en la interpretación de los dirigidos?
- No olvidemos nunca que un auténtico Director da siempre una sensación de armonía y equilibrio que, sin duda, se traduce en aplomo y seguridad para los dirigidos.
- Técnica es sinónimo de Claridad .

jueves, 27 de enero de 2011

MUSICA COMO TERAPIA

Música como terapia.
La medicina propende por prevenir antes que curar, pero nosotros distamos de ese modelo de vida que se anticipa a los eventos. ¿Cuándo fue la última vez que alguno de nosotros se sentó en un sillón solo para cerrar los ojos, respirar profundo, descansar, liberar el estrés, escuchar una pieza musical tranquila y simplemente dejar que su sosiego nos brindara unos minutos de felicidad? . Pues bien, eso que tal vez haya sido experimentado por algunos, no es simplemente el resultado de un gusto de antaño por las melodías, sino que actualmente es un reto de la medicina moderna, documentado y probado con evidencia científica
Los alcances de la música como terapia, han trascendido fronteras, idiomas, ideologías y hasta especies. Los chinos poseen innumerables álbumes musicales con títulos como: Estreñimiento, Insomnio, Hígado, Corazón, etc.
El origen de estos nombres obedece a patologías para las que, como tratamiento, son creadas estas piezas musicales o los órganos hacia los cuales va dirigida la acción de las mismas. Por otro lado prescriben algunas piezas de la música clásica y romántica para patologías específicas, por ejemplo, para las cefaleas y migrañas sugieren La Canción de la Primavera de F. Mendelhsohn, Humoresque de A. Dvorak o incluso una dosis de Un americano en París de G. Gershwin. Aunque suene increíble, en monasterios de Bretaña, los monjes tocan música a los animales a su cargo y han encontrado que las vacas a las que se les pone a escuchar a Mozart dan más leche. Esto no es nada nuevo, siempre se ha dicho que la buena música es capaz de sensibilizarnos hacia la magnificencia del universo , un universo donde existen cosas efímeras, pero también cosas eternas; cosas esenciales y superficiales. Nada de extraño tiene que la música haya estado unida a la palabra en el comienzo del mundo.Por qué la música es capaz de curar?
Quizás en alguna oportunidad de nuestras vidas hemos podido sentir cómo una pieza musical nos puede traer un precioso recuerdo de nuestras vidas y hacernos sentir mejor, o tal vez hemos tarareado a nuestros hijos alguna escueta melodía para calmarlos o dormirlos, o aún en nuestros momentos de soledad, de euforia o de depresión, una canción ha sido nuestra cómplice y compañera. Pero lejos de esta apreciación un tanto subjetiva, existe amplia documentación científica y estudios bien elaborados que dan soporte a esta nueva arma dentro del tratamiento de enfermedades. Para entender por qué la música en general puede curar, uno debe comprender el sonido y su efecto sobre la materia física.
En Cymantics, Hans Jenny, un ingeniero y doctor suizo ha descrito cómo el sonido interactúa con la materia, él demuestra que intrincadas figuras geométricas pueden ser formadas por el sonido. Por ejemplo, Jenny ha creado vibraciones en cristales con impulsos eléctricos y transmitido las vibraciones a un medio como un platillo o un cordel. El también ha producido figuras oscilantes en líquidos y gases.

Las formas y figuras que pueden ser creadas mediante el sonido son infinitas y pueden ser variadas simplemente cambiando el tono, la armónica y el material que vibra. Los sonidos vibrantes forman patrones y crean campos de energía de resonancia y movimiento en el espacio circundante. Nosotros absorbemos estas energías y ellas sutilmente alteran nuestra respiración, pulso, presión arterial, tensión muscular, temperatura de la piel y otros patrones rítmicos internos.
Los invito a compartir sus experiencias y conocimientos en el tema Por qué en los países en los que se canta y baila mucho la gente sonríe más? ¿Cómo actúa la música y en concreto una buena entonación sobre nuestro estado de animo? ¿Podemos mejorar incluso de una depresión? Voy a tratar de explicarlo poco a pocoy lo entenderás.
Orfeo tocaba el laúd para curar la melancolía. John Cash curaba con el Gospel y los esclavos negros del norte de América se daban fuerza y ánimos con los “blues”. La samba y la música brasileña, dentro de la música contemporánea, es una de las más sanadoras, te hace sentir a salvo y con mucha energía. Muchas veces las personas reprimen sus emociones y no se permiten sentirlas, escondiéndolas en su interior. Sin embargo, no por mucho esconderlas conseguimos hacerlas desaparecer. Nos hacemos los fuertes, pero no debemos olvidar que la curación natural viene de ser capaces de expresar la pena, el dolor, etc…
La música y la entonación van muy bien en el rito del desahogo, nos permiten expresar las emociones, la tristeza, la pena y la aflicción. Si sentimos emociones negativas somos más proclives a la depresión. Estas emociones deben exteriorizarse, sino queremos que nos causen malestar, depresión y enfermedades.
La voz humana es nuestro instrumento más poderoso para transmutar el dolor y el sufrimiento en un bienestar radiante.
Una de las curaciones más famosas de la historia fue la del rey Felipe de España en la década de 1730. Después de oír cantar a Farinelli, que fue un cantante castrato italiano, desaparecieron milagrosamente el dolor, crónico, la depresión y la enfermedad mental del rey.
Otra de las historias más asombrosas fue el caso de los monjes de un monasterio benedictino del sur de Francia, aquejados de inquietud, fatiga y depresión. El Dr. Tomatis después de visitar a 70 de los 90 monjes del monasterio comentó que su abatimiento no era físico sino auditivo. Este estado de debilidad de los monjes era la consecuencia de haber eliminado varias horas de canto gregoriano de su rutina diaria.
Esta práctica diaria de canto gregoriano les bajaba el ritmo respiratorio, y la tensión arterial, elevándoles el ánimo y aumentándoles su productividad.
Al poco tiempo de reanudar sus sesiones de canto gregoriano recuperaron su vigor y su salud.
Entonación y música, estimulan el sistema inmunológico. En la depresión es muy importante, ayudar al sistema inmunológico a mantenerse en perfecta armonía, ya que la depresión suele bajar las defensas.
Las actuales investigaciones en inmunología indican que la insuficiencia de oxígeno en la sangre podría ser causa importante de inmunodeficiencia y de enfermedades degenerativas.
Precisamente con la entonación lo que conseguimos es una oxigenación extra de todas las células de nuestro cuerpo. La base de toda entonación, es la respiración, por tanto cantar y entonar oxigenan realmente la sangre.
La entonación y la música aumentan los niveles de endorfinas, que son los opiáceos naturales propios del cerebro. Investigación médica reciente indica que son capaces de disminuir el dolor e inducir una euforia natural.
En el centro de investigación de la adicción de Stanford (California), el científico Avram Goldstein comprobó que la mitad de las personas estudiadas experimentaban euforia mientras escuchaban música, capacitando al cuerpo a producir sus propios anestésicos y a mejorar la actividad inmunitaria.
Guy Bérard, especialista francés en audición, confirma en su libro haber tratado a 233 enfermos de depresión con tendencias suicidas. El 93 % se curaron después del primer curso de tratamiento, el 4,7 % curaron después de dos o tres tratamientos; en cinco personas no dio resultados.

 
La música realmente nos puede ayudar mucho en la enfermedad de la depresión, pero por encima de la música lo que realmente nos va a ayudar es la entonación, la capacidad de poder expresar con nuestras voces y exteriorizar fuera lo que sentimos dentro, en nuestro interior.
Si las personas depresivas supieran que poseen dentro de si mismas el instrumento curativo que las va a sanar, no dudarían en entonar y canturrear sin descanso

miércoles, 26 de enero de 2011

ARIAS EMOCIONANTES....EMOCIONES UNIDAS A LA MUSICA

Un aria es una pieza musical para ser cantada por una voz solista, habitualmente con acompañamiento orquestal y como parte de una ópera o de una zarzuela. Antiguamente, era cualquier melodía expresiva frecuentemente, aunque no siempre, ejecutada por un cantante. En todo caso, es una composición teatral o musical de finales del Renacimiento compuesta para ser ejecutada por un solo intérprete.
La palabra significa aire en italiano; su plural en español es arias (arie en italiano).
Durante el siglo XVII, en la época de la ópera barroca, el aria se escribía en forma ternaria (A-B-A), al cual se le conocía como aria da capo (aria desde el principio) debido a la repetición de la primera parte al final del aria. El aria luego "invadió" el repertorio operístico con sus tantas variantes (Aria cantabile, Aria agitata, Aria di bravura, entre otras). A mediados del siglo XIX, las óperas se convirtieron en una secuencia de arias, reduciendo el espacio disponible para los recitativos.
Una de mis preferidas-
LA MAMMA MORTA - Maria Callas
La mamma morta m'hanno
alla porta della stanza mia;
Moriva e mi salvava!
poi a notte alta
io con Bersi errava,
quando ad un tratto
un livido bagliore guizza
e rischiara innanzi a' passi miei
la cupa via!
Guardo!
Bruciava il loco di mia culla!
Così fui sola!
E intorno il nulla!
Fame e miseria!
Il bisogno, il periglio!
Caddi malata,
e Bersi, buona e pura,
di sua bellezza ha fatto un mercato,
un contratto per me!
Porto sventura a chi bene mi vuole!
Fu in quel dolore
che a me venne l'amor!
Voce piena d'armonia e dice:
"Vivi ancora! Io son la vita!
Ne' miei occhi è il tuo cielo!
Tu non sei sola!
Le lacrime tue io le raccolgo!
Io sto sul tuo cammino e ti sorreggo!
Sorridi e spera! Io son l'amore!
Tutto intorno è sangue e fango?
Io son divino! Io son l'oblio!
Io sono il dio che sovra il mondo
scendo da l'empireo, fa della terra
un ciel! Ah!
Io son l'amore, io son l'amor, l'amor"
E l'angelo si accosta, bacia, e vi bacia la morte!
Corpo di moribonda è il corpo mio.
Prendilo dunque.
Io son già morta cosa!

Que es lo que transmite neuronal y emocionalmente arias de opera, tragicas y funebres para que nos emocionen y nos recuerden pasajes de nuestra vida?

miércoles, 19 de enero de 2011

BIPOLARIDAD O GENIOS?

Esta parece ser una lista más bien ilustrativa ...La mayoría de los escritores, de los compositores, y de los artistas son americanos, británicos, europeos, irlandeses, o rusos; todos son difuntos. . . Muchos, si no la mayoría de estos escritores, artistas, y compositores tenían otros problemas importantes también, por ejemplo enfermedades médicas, el apego del alcoholismo o de la droga, o circunstancias excepcionalmente difíciles de la vida. Se enumeran aquí como sufrientes de un desorden del humor porque sus síntomas del ánimo prevalecieron sobre sus otras condiciones, porque la naturaleza y el curso de sus síntomas del humor y del comportamiento eran constantes con una diagnosis de una enfermedad afectiva independientemente existente, y/o porque sus antecedentes familiares de la depresión, enfermedad maniaco-depresiva o bipolar, y el suicidio -- juntado con sus propios síntomas -- era suficientemente fuerte autorizar su inclusión."
Medicamente , se asocia continuamente..... os cito los mas celebres a continuacion
 Matón Berlioz (Sa)
- Antón Bruckner (h)
- George Frederic Handel
- Gustav Mahler
- Mussorgsky Modesto
- Sergey Rachmaninoff
- Giocchino Rossini
- Roberto Schumann (H, Sa)
- Peter Tchaikovsky
- Peter Warlock (s)
- Irving Berlín (h)
- Stephen Foster
- Charles Mingus (h)
- Charles Parker (H, Sa)
- Portero De Cole (h)
- Brote Powell (h)
- Kurt Cobain, músico (Nirvana) (S 1994)

...”Los altos índices de desórdenes del humor y suicidio en las familias literarias artísticas están retratadas en esta lista.. “ “Sin embargo......es importante acentuar, que muchos escritores y artistas no tienen ningún antecedente familiar de estas enfermedades, ni ellos mismos sufren la depresión o enfermedad bipolar.”
“La base genética de la enfermedad bipolar proporciona no sólo una porción de esta discusión, sino también la base constitucional de un temperamento que la determina

PORQUE LOS MUSICOS INTERPRETAN MEJOR EN ESTADOS PSICOLOGICOS ALTERADOS

Los ritmos de la naturaleza responden a unos patrones específicos. La
música ha copiado estos patrones. El sincopado (literalmente sin
compás), es el ritmo que está por fuera de los patrones naturales. El
sincopado no respeta los patrones de tiempo y duración de los ritmos
musicales. Por ejemplo, un vals, consiste  básicamente en un golpe
fuerte seguido por dos golpes más suaves. Una marcha, por otro lado,
consiste generalmente en un golpe fuerte seguido por un golpe suave y
así sucesivamente. El sincopado es una alteración o interrupción del
flujo regular del ritmo, pone el acento en la sílaba incorrecta, donde
normalmente  no debería estar. Otra forma de sincopado es la
subdivisión de los tiempos colocando el acento en medio de dos golpes.
Los ritmos sincopados –contarios al orden universal- desestabilizan
todo lo hallado.

Con el sincopado, el ritmo se salió de la base sobre la que todo fue creado, para ser sometido a variaciones y alteración que tiene un gran
efecto en el escuchante. Hoy en día la gran variedad de ritmos
musicales que escuchamos tiene sus bases en el sincopado. En
experimentos realizados por científicos, se ha demostrado que las
plantas que fueron expuestas por varios meses a música cuyos ritmos
están basados en la naturaleza presentaron gran producción de frutos.
Por el contrario, las que fueron expuestas a ritmos sincopados como el
rock, produjeron pocos frutos y de mala calidad.

La caída de África
El continente africano fue en épocas muy antiguas epicentro de una gran civilización que alcanzó una Era Dorada, paralela a la época de la
Lemuria. La población que se estableció allí había manifestaba un alto
grado de desarrollo espiritual. Eran fácilmente reconocidos por el
color morado oscuro matizado de azul de su bella piel. Por esta razón
fue conocida como la raza azul-violeta, colores que representan el Alfa
y el Omega dentro de los siete Rayos de la creación.

Los Maestros Ascendidos nos han enseñado que en algún momento de la historia cósmica, un grupo de ángeles se revelaron en contra de Dios.
Su orgullo no les permitió aceptar la orden de servir a los Hijos e
Hijas de Dios, a quienes consideraban inferiores a ellos. Fueron
arrojados del cielo –estado de conciencia basado en la Unidad- por el
Arcángel Miguel. La misericordia de Dios les permitió seguir
evolucionando en los planos de la materia junto con los hijos e hijas.

La mayoría de estos ángeles, liderados por Lucifer, decidieron emprender la guerra contra las hijas e hijos de Dios. Para esto los tentaron e
hicieron que cayeran en la conciencia de la dualidad, es decir, la
creencia en la separación de Dios y su creación. Estos ángeles caídos
descendieron por toda la tierra. En el continente africano se
concentraron en generar la “caída” de la raza azul-violeta a través de
la perversión de los ritmos de la naturaleza.

Estos rebeldes conocían muy bien los ritmos de la creación de Dios y sabían que si los invertían y dañaban, generarían el caos y la destrucción. Se
introdujeron en la cultura africana y enseñaron el ritmo sincopado. Los
tambores africanos, cuyo sincopado frenético altera la conciencia, es
el legado de los ángeles caídos. El mal uso del ritmo degeneró las
conductas sexuales y la armonía natural de las personas. En un periodo
que abarcó varios miles de años, el sincopado deterioró la cultura y la
religión hasta terminar en ritos como el vudú. En ellos, el sacrificio
de animales y la música de los tambores es imprescindible para alcanzar
estados alterados de conciencia en los cuales se comunican con sus
“dioses”; que no son más que demonios astrales sedientos de sangre
–luz-.

El ritmo sincopado, por invertir los ciclos musicales de la naturaleza, hace que los chakras empiecen a girar en sentido contrario a las
manecillas del reloj. La luz de estos centros energéticos se sale de
control y empieza a ser emitida en forma desordenada y caótica hacia
fuera. Es ahí donde las entidades astrales la absorben para
alimentarse. Los ritmos sincopados hacen descender en forma brusca la
luz de los chakras desde la coronilla hasta la base de la espina,
invirtiendo el ascenso de la Luz de la Madre.

Estas descargas súbitas generan un gran placer en las personas, la sensación se asemeja a la del orgasmo. La búsqueda de esta excitación placentera
hace que la gente se vuelva adicta de esta clase de música y no pueda
vivir sin ella. Sin saberlo se han convertido en las “vacas” de los
ángeles caídos, produciendo energía para ellos y siendo periódicamente
“ordeñados” a través de la adicción a los ritmos disonantes.

Lamentablemente el continente africano fue la cuna de los ritmos sincopados y desde allí se diseminaron por el mundo. Cuando hablamos de los “ritmos
africanos”, lo hacemos para referirnos exclusivamente a esta perversión
de la música. No es nuestro objetivo menospreciar a nuestras hermanas y
hermanos negros por quienes profesamos un gran amor y respeto. Es más,
para nosotros el concepto de “razas” es totalmente obsoleto. Todos
somos un mismo espíritu, una sola raza: Hijos e Hijas de Dios, por
encima de cualquier distinción que separe a los pueblos.

La influencia de la música sobre la sociedad
Los psicólogos, antropólogos e historiadores han menospreciado el papel que ha tenido la música en el desarrollo de las sociedades. La historia
mundial siempre ha estado acompañada e influenciada por los ritmos
musicales de las naciones y los pueblos. Muy pocas personas se
atreverían a sugerir una conexión entre la música de África y Europa y
la manera como se desarrollaron estas culturas de manera paralela pero
totalmente diferente.

Aristóteles dijo que “la introducción de un nuevo ritmo debía mirarse como un peligro para todo el estado, puesto que los ritmos musicales nunca se
alteran sin afectar a las instituciones o a la población”. Se ha dicho
desde hace mucho tiempo que “no importa quien escriba las leyes,
mientras el que lo haga tenga el poder de escribir la música de una
nación”. Algunos pensadores griegos y de otras civilizaciones han
sostenido que “la buena música dispone a hombre a la virtud, mientras
que la mala música dispone a hombre al vicio”. Los griegos tenían una
legislación fuerte para preservar la pureza de la música, los
compositores eran confinados e incluso eran aislados, si su música se
consideraba perjudicial para el público.

Se cuenta que un emperador Chino, revisaba personalmente cada nuevo ritmo que salía en su nación. Él analizaba la nueva música que llegaba para
asegurarse que estuviera en correspondencia perfecta con los cinco
tonos o notas de la escala musical china antigua. Con este método el
podía predecir si habría una variación en la cultura de su pueblo.
¿Qué sabían nuestros antiguos que nosotros hemos ignorado? Ellos eran concientes del poder que la música ejerce sobre las personas. Un nuevo
ritmo musical puede variar las costumbres, la moral y la ética de las
sociedades. Como hemos visto en nuestro mundo moderno, la música rock y
otros ritmos han impactado directamente sobre las personas en los
últimos años, la manera de pensar, de vestir, de afrontar la sexualidad
y las drogas, así como la manera  de actuar, ha cambiado dramáticamente
al compás de los nuevos ritmos.

martes, 18 de enero de 2011

DANIEL BAREMBOIM

Daniel Barenboim (Buenos Aires, 15 de noviembre de 1942) es un músico argentino de familia judía de origen ruso, nacionalizado israelí y español, y con la ciudadanía palestina. Una de las figuras más importantes de la interpretación musical clásica de la segunda mitad del siglo XX. Logró gran fama como pianista, aunque con posterioridad ha obtenido gran reconocimiento como director de orquesta, faceta por la que es más conocido. En el año 2001 generó polémica al dirigir una obra del alemán Richard Wagner en Israel.
Barenboim comenzó sus lecciones de piano a la edad de cinco años con su madre, continuándolas después con su padre que quedó como su único profesor. En agosto de 1950, con tan sólo 7 años, interpretó su primer concierto en Buenos Aires. Realizó sus estudios primarios en el Instituto Pestalozzi de Belgrano R.
En 1952, la familia Barenboim se trasladó a Israel. Dos años más tarde, sus padres le enviaron a Salzburgo para que tomara clases de dirección con Igor Markevitch. Durante aquel verano conoció a Wilhelm Furtwängler para quien tocó el piano, quien hizo excepcionales elogios al joven pianista, que no eran sino la reciprocidad de la admiración que Barenboim le mantiene hasta hoy, jamás imitándolo pero sí aceptando su inspiración, que se trasunta en sus versiones de las sinfonías de Beethoven y en las óperas de Wagner.
En 1955 estudió armonía y composición con Nadia Boulanger en París.
El debut de Barenboim al piano se produjo en el Mozarteum de Salzburgo, Austria[1] en 1952, en París ese mismo año, en Londres en 1956 y en Nueva York en 1957 bajo la batuta de Leopold Stokowski. En los años siguientes se sucedieron regularmente los conciertos por Europa, Estados Unidos, Sudamérica y el Lejano Oriente.
Su primera grabación data de 1954. Más tarde grabaría las sonatas para piano de Mozart y Beethoven y conciertos de Mozart (interpretando al piano y dirigiendo), Beethoven (con Otto Klemperer), Brahms (con John Barbirolli) y Béla Bartók (con Pierre Boulez).
Tras su debut como director con la Orquesta Filarmónica de Londres en 1967, recibió invitaciones de numerosas orquestas sinfónicas europeas y americanas. El 15 de junio de ese mismo año, Barenboim contrajo matrimonio con la notable cellista británica Jacqueline du Pré, cuya carrera se vio trágicamente truncada por una esclerosis múltiple. En el transcurso de los últimos años de la vida de Jacqueline, Daniel Barenboim se instaló en París con la pianista Elena Bashkirova. Su enfermedad la conduciría finalmente a la muerte en Londres el 19 de octubre de 1987, a la edad de 42 años. Daniel Barenboim estuvo a su lado cuando murió. Al año de su fallecimiento, en 1988, Barenboim se casaría con Elena, con la que tuvo dos hijos: David y Michael.
Su debut como director de ópera tuvo lugar en 1973 con la representación del Don Giovanni de Mozart en el Festival de Edimburgo. Entre 1975 y 1989 fue director musical de la Orquesta de París donde dirigió numerosas piezas de música contemporánea.
En 1981 debutó en Bayreuth, ciudad de connotación musical, donde se realiza anualmente el más importante festival de música en honor a Wagner, por ser la ciudad en que éste creara su propia sala de conciertos. En esa ciudad, Barenboim dirigió con regularidad hasta 1999 destacándose su lectura completa de El anillo del nibelungo y Tristán e Isolda con la mezzosoprano Waltraud Meier y el tenor Siegfried Jerusalem.
El 2 de septiembre de 2001 solicitó la nacionalidad española y le fue concedida el 25 de octubre de 2002. El mismo año recibió el premio Príncipe de Asturias de la Concordia.
Barenboim fue el director musical de la Orquesta Sinfónica de Chicago de 1991 hasta el 17 de junio de 2006, cargo al que accedió en sustitución de Sir Georg Solti.
Es además el director musical general de la Deutsche Staatsoper ó Staatsoper Unter den Linden, la Ópera Estatal de Berlín conocida como Unter den Linden (Bajo los tilos) desde 1992.
Además de sus actividades como pianista y director de orquesta, Barenboim ha compuesto varios tangos. En diciembre de 2006 dirigió el Concierto de Año Nuevo en Buenos Aires, cuyo repertorio fue Tango Sinfónico.[2]
En 2008 hizo un debut tardío en el Metropolitan Opera de New York dirigiendo Tristán e Isolda de Wagner tocando en la misma semana un recital de piano en el escenario del Met, el primero en 22 años, el último había sido dado por Vladimir Horowitz.
Se la ha encargado la dirección de la Orquesta Filarmónica de Viena durante el Concierto de Año Nuevo de Viena del año 2009.
Fue condecorado con la Legión de honor del gobierno francés.

lunes, 17 de enero de 2011

GUILLERMO BRISEÑO

Guillermo Briseño toca el piano desde la edad de tres años y a los ocho recibe sus primeras lecciones formales (Bach, Schumann y libros de ejercicios). En 1960, a la edad de catorce años, empezó a tocar rock atraído por Floyd Cramer (pianista de Elvis), Little Richard, Jerry Lee Lewis, y Ray Charles entre otros. Inició su carrera como músico en 1961, cuando formó parte del grupo de rock Los Masters. Estudió Ingeniería Química en la UNAM, y al mismo tiempo tocó con varios grupos: Cinco a priori, donde ya se intepretaban sus composiciones, El antiguo testamento y Soul Force con Javier Bátiz.
En 1970 integró el grupo de tendencia funk Cosa Nostra. Con este grupo tocó en Panamá, Nicaragua, Costa Rica, y Honduras. En 1972 Robert "Bumps" Blackwell, el autor de Good golly Miss Molly" (La Plaga en español) y muchas otras piezas fundamentales del rock, quien era también manager de Little Richard, invita a Cosa Nostra a tocar en Estados Unidos en Illinois, California, y Ohio. Blackwell, su maestro y amigo, fue el mayor observador y crítico del trabajo de Briseño.
En 1975 Briseño regresa a México para consolidar su propio proyecto. Su primer concierto como solista fue en el auditorio de la Facultad de Medicina de la UNAM. A partir de este momento, Briseño se produce frecuentemente en las salas universitarias y centros culturales. En 1976 es invitado a conducir el programa de televisión Musicalísimo del Canal 13. Un año después formó Briseño, Carrasco y Flores al que posteriormente se suma Hebe Rosell. Con esa formación recorre todo el país tocando para la Secretaría de Educación Pública. Viajan a Cuba en una gira por toda la isla. Es invitado a conducir una nueva serie de televisión llamada De cara al futuro para RTC.
Durante una gira en la ciudad de Monterrey, Briseño grabó en el estudio de Quico Cadena Irreverencias improvisación para siete instrumentos de teclado, y a su regreso a México grabó con Paco Rosas a la consola Ausencias, música para cuatro cartas de amor. El resultado de estas grabaciones fue el disco Ausencias e irreverencias.

«A pesar de la calidad y oficio longevo de este artista, algo falla: Briseño no es tan popular como merece».
Roberto Ponce

En 1984 forma Briseño y el Séptimo Aire con Hebe Rosell, Juan Carlos Novelo, Sabo Romo y Octavio Espinoza "El Sopas". Esta formación publica en 1987 el álbum Esta valiendo m... el corazón. De éste se desprende la canción, El Túnel 29 que trata de la muerte trágica de un fanático en el túnel 29 del estadio olímpico de Ciudad Universitaria durante la final de fútbol Pumas-América en 1985. Esta canción, narrada desde el punto de vista del fan muerto, ha sido una de las canciones más conocidas de Briseño, de una parte por su difusión radiofonica y de otra por el cover que hizo de ella Botellita de Jerez en su álbum Naco es Chido. Otra canción que destaca en este álbum es A Rodrigo (Un aplauso al corazón), homenaje póstumo a Rodrigo González, donde cantan Amparo Ochoa, Betsy Pecanins, Caito, Eugenia León, Hebe Rosell, Margie Bermejo, Tehua, Sabo Romo, y Guillermo Briseño.
Esta canción fue interpretada por primera vez en público en octubre de 1985 como parte de los conciertos intitulados Una razón para juntarnos, en solidaridad y apoyo a las víctimas del terremoto de México de 1985.
En esa misma época Briseño compusola obra Otros adioses para la Compañía Nacional de Danza que interpreta acompañado por Hebe Rosell en el Palacio de Bellas Artes, por invitación del coreográfo Marco Antonio Silva.
En 1987, Briseño y Hebe Rosell contribuyeron con música y canciones originales para un programa especial de televisión en el Día del Niño llamado El Pequeño Pirata Sin Rabia. Este programa fue basado en un cuento infantil de Carmen Boullosa escrito en 1985. Se trata de una extraña historia de amor dentro de una aventura de piratas. Alejandro Aura es el recitante del cuento y Briseño y el Séptimo Aire son los interpretes de las canciones y música. Esta obra fue publicada posteriormente en un álbum ese mismo año. A la salida de Sabo Romo, Jorge Rosell integra al Séptimo Aire como bajista.
En esa temporada Briseño y el Séptimo Aire animan un programa semanal de televisión difundido llamado Espectáculo de la Ciudad en el Canal 13 donde él funge como anfitrión de otros grupos contemporáneos de rock mexicano. El formato del programa era una mezcla de entrevistas y de interpretaciones en directo. El grupo de Briseño y el invitado tocaban cada uno su repertorio inicialmente y finalizaban por un jam session en común. Fue un programa importante para la escena de rock nacional porque permitió a muchos grupos ser conocidos (y en muchas ocasiones descubiertos) por un público más grande.
Al inicio de los años noventa Briseño disuelve el Séptimo Aire y regresa a los recitales como solista. De esta época data su concierto El Conexionista que pasó a la posteridad en el álbum homónimo, grabado en directo en la Sala Miguel Covarrubias de la UNAM. Briseño preparaba una segundo álbum sobre el mismo concepto de El Conexionista, pero esta vez acompañado por un grupo cuando decide constituir formalmente Briseño y la Banda de Guerra y graba dos álbumes.
En 1990 es invitado a producir y conducir la serie radiofónica Apaga la luz, los domingos por la noche, en Orbita, 105.7 FM, emisora del Instituto Mexicano de la Radio (IMER). Este programa fue difundido durante doce años.
En 1992 es invitado a componer la música para una serie de televisión conmemorativas del encuentro de dos mundos donde el personaje central era la Marigalante reproducción de una de las carabelas en que viajó Cristóbal Colón. En este mismo año, Briseño compone El descubrimiento de Europa música instrumental y poesía que estrena tres años después en Berlín dentro del marco del encuentro internacional por la lucha de las comunidades indígenas chiapanecas.
En febrero de 1994 presenta su obra Romeo y Julieta - Escénas Sinfónicas, interpretada por la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México. Un disco grabado en directo durante estas presentación fue publicado posteriormente en 2000. Esta obra fue originalmente escrita en 1990 para acompañar la puesta en escena de Romeo y Julieta por el Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena de México en Nueva York, dentro del Festival Shakespeare y el Festival Latino. La puesta en escena traslada la obra original de Shakespeare al México de 1908, en plena dictadura. La implantación de los trabajadores mayos, forzados a cultivar el henequén en territorio maya, da lugar al conflictor entre Montescos y Capuletos. En la versión de 1990 de Romeo y Julieta de Briseño, sólo tocaba el autor acompañado de sus sintetizadores. Posteriormente, la obra fue orquestrada e interpretada en público por primera vez en 1994, en la Sala Nezahualcóyotl, dirigida por Eduardo Diaz Muñoz. La obra fue presentada en los Estados Unidos en 1994 y 1996 dirigida por Eduardo García Barrios. En 1998, fue presentada en Xalapa, Veracruz, dentro de un programa que incluía otras dos percepciones del tema de Romeo y Julieta por Prokofiev y Berlioz.
Briseño graba en 1998 un álbum para niños, Quiero ser parte del cuento, con temas orientados a la sensibilización ecológica, la educación sexual y el respeto a los otros. Publica también el álbum De tripas corazón y la antología Verde, Blanco y Colorado que contiene tres discos; trabajo realizado a invitación del maestro Luis González Souza como material de formación política.
En el 2004 Briseño compone e interpreta en escena música para el espectáculo dancístico Memoria del principo coreografía de Marco Silva para la UNAM en la Sala Carlos Chávez.
En mayo de 2006, la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México inaugura la Escuela de Música del Rock a la Palabra, con Briseño como director. El objetivo de esta escuela gratuita y pública es de responder a la demanda de una formación profesional que permita a los estudiantes desarrollar su capacidad para crear música de calidad, abordando al rock como un medio de expresión artística y no sólo como un producto comercial. Entre los profesores, se encuentran músicos que han sido integrantes o ex-integrantes de grupos de Briseño. Algunos de los cursos de esta escuela son: voz expresiva impartido por Hebe Rosell; guitarra por Felipe Souza y Juan Carlos Márquez; bajo con Alfonso Rosas; batería con Juan Carlos Novelo y armónica con Federico Luna, Aproximación a la palabra escrita con Jesús Antonio Rodríguez, teoría musical con Estela Miller y armonía y composición con Jorge Ritter. Briseño imparte el taller "Variaciones sobre la inteligencia" en el que se compone y se escribe.
Otras facetas de la vida artística de Guillermo Briseño incluyen la musicalización de varios documentales y la animación de talleres de rock. Los miembros del taller de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la UNAM publicaron en 2006 un primer disco con sus propias composiciones, Variaciones sobre la inteligencia bajo la dirección y participación de Briseño. Actualmente, Briseño anima la emisión radiofónica hebdomedaria A mí que no me cuenten, difundida por Código DF, una radio cultural en línea de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal

sábado, 15 de enero de 2011

MUSICOTERAPIA

Desde la antigüedad y desde que comenzó la historia del hombre, la música ha cumplido un rol importantísimo en el desarrollo social y espiritual de los seres humanos, por lo que es muy lógico deducir que la música nos produce algún efecto, que eventualmente puede utilizarse en beneficio propio.
Las emociones que evocan ciertas melodías fluctúan entre la tristeza profunda y la alegría frenética, y pueden ser experimentadas por cualquier persona que escuche diversos estilos de música.
Pero ha pesar de lo obvio que es este fenómeno para la mayoría de las personas, la ciencia no se ha pronunciado con estudios completos sobre la recepción de la música.
En medio de este escenario, nace la Musicoterapia, que aplica de manera científica el sonido, la música y el movimiento para la sanación de algunos padecimientos, el desarrollo de capacidades, el aplacamiento del dolor, etc.
Este arte ha sido utilizado principalmente por culturas orientales hace siglos, sin embargo en occidente solo a partir del siglo XX ha sido aceptada y promovida como disciplina paramédica eficaz.
Sus efectos en pacientes con enfermedades terminales, psicológicas y psicosomáticas son de resultados incomparables y rápidos, transformándola en una herramienta para la medicina actual.
A través de éste proyecto se pretende fundamentar científicamente el funcionamiento de la Musicoterapia, explicar su metodología y presentar sus resultados experimentales, revelando una dimensión nueva a todos aquellos que somos aficionados a la música, una nueva puerta por abrir, una razón mas para respetar y comunicar esta ciencia.
Objetivos
Generales:
  • Lograr que quienes lean este proyecto o lo escuchen (presentación con data show) conozcan las bases de la Musicoterapia, su definición, aplicación y efectos en quienes la utilizan.
  • Mostrar la faceta científica de la Musicoterapia para hacer la distinción entre ésta disciplina y otras múltiples alternativas medicinales que muchas veces no son de resultados objetivos (aromaterapia, reflexología, reiki, etc)
  • Exponer el proyecto de forma clara y precisa.
Específicos:
  • Transmitir la importancia de la música para la realización de los seres humanos.
  • Conocer las emociones y efectos de la música en las personas y como los músico terapeutas manejan este conocimiento en las sesiones con sus pacientes.
  • Causar interés en los futuros músicos de ésta clase en los efectos de las melodías en la gente.
Desarrollo
I Definición de Musicoterapia
Existen variadas definiciones de Musicoterapia y para este proyecto se han seleccionado aquellas que mejor explican el funcionamiento de este arte - ciencia:
  • La Musicoterapia es un proceso de intervención sistemática en el cual el terapeuta ayuda al paciente a obtener la salud a través de experiencias musicales. Así mismo es una combinación de muchas disciplinas alrededor de dos temas principales, música y terapia.
Como fusión de música y terapia, es a la vez un arte, una ciencia y un proceso interpersonal. Como arte, tiene que ver con la subjetividad, la individualidad y la belleza.
Como ciencia, tiene que ver con la objetividad, replicabilidad y verdad.
  • La Musicoterapia es la aplicación científica del sonido, la música y el movimiento a través del entrenamiento de la escucha y la ejecución sonora, integrando así lo cognitivo, lo afectivo y lo motriz, desarrollando la conciencia y potenciando el proceso creativo.
  • En el congreso mundial sobre musicoterapia celebrado en París en el año 1974 se definió a ésta como una técnica terapéutica que utiliza la música en todas sus formas con participación activa o receptiva por parte del paciente.
Éstas tres definiciones acercan teóricamente a la verdadera utilización de la Musicoterapia, pero para entrar de lleno a explicarla es necesario conocer su historia y su fundamentos mas antiguos:
En todas las culturas del mundo la música se ha hecho presente como comunicación religiosa o identidad cultural, así mismo, en muchas culturas anteriores a nuestra era y principalmente en los imperios precolombinos latinoamericanos, los chamanes, curanderos o sacerdotes se servían de melodías para ejercer sus poderes “mágicos”.
Ya en los papiros egipcios del año 1500 antes de Cristo se le confería a la música una suerte de gracia divina para favorecer la fertilidad de la mujer. Así mismo los griegos le concedieron poderes especiales en la curación y prevención de enfermedades.
Los filósofos como Platón y Aristóteles, hacia el año 300 a.C empleaban música como apoyo a sus conferencias en el Liceo de Atenas. De éstos, especialmente Aristóteles, entendieron claramente que no solamente los sonidos naturales podían influir en el ser humano (viento, olas, pájaros, silencio de la
noche) sino que los sonidos armónicos, que hoy en día conocemos como música, eran mucho más poderosos para influir en la conducta y el carácter.
En oriente, hace cientos de años atrás, la música ya era utilizada como una terapia por los chamanes del Asia Central, a través de la danza, el elemento principal de sus costumbres, el chamán se abría al conocimiento universal y podía detectar las dolencias del alma enferma.
Posteriormente, la musicoterapia se desarrolló como sistema de diagnóstico tratamiento para algunas enfermedades siquiátricas en Anatolia - hoy Turquía - durante el Imperio Otomano. En el siglo X los efectos saludables de la música fueron divulgados a través de la obra del científico turco Ibn Sina.
La primera utilización en Occidente que se conoce, ocurrió en España hacia el año 1600 a 1800. Se cuenta que el rey Felipe V, enfermo de depresiones, se rebela a todo tratamiento médico y es curado gracias al canto de Farinelli. Así mismo, Jorge III de Inglaterra tuvo una curación similar.
Sin embargo, no es hasta el siglo XX donde la Musicoterapia se comienza a aceptar como disciplina paramédica de efectos comprobables. De hecho, nace como tal, después de ver su efectividad en las Guerras Mundiales, donde soldados aficionados a la música tocaban sus instrumentos en las enfermerías de batalla, produciendo grandes mejorías en pacientes con trastornos físicos y mentales, siendo los mismos médicos los que promovían la utilización de música en las salas.
Ya en 1944 se instaura oficialmente el diplomado de musicoterapia en la Universidad de Michigan. A partir de esta fecha, los expertos del mundo convocaron numerosos congresos para sentar las bases de ésta nueva arte - ciencia. De hecho, los conocimientos del sabio turco Ibn Sina se divulgaron en nuestra época gracias a la obra del médico turco Rahmi Oruc Guvenc, quien a fines de la década de los ochenta habilitó el Centro de Estudios de Etnomusicología y Musicoterapia dentro del hospital siquiátrico Cerraphasa de la Universidad de Estambul.
A pesar de éste rápido progreso, en Chile recién hace una década que se habla y se practica la Musicoterapia, siendo la Universidad de Chile la primera en prestar respaldo académico a las investigaciones y experimentos en ésta área.
Después de todo lo mencionado, se puede decir que Musicoterapia es una arte - ciencia de una tradición milenaria que consiste en la utilización de la música en todas sus expresiones para producir efectos en las personas, dirigiéndose a mejorar la calidad de vida de éstas.
II Fundamento Científico de la Musicoterapia
Como ciencia, la musicoterapia se sustenta en explicaciones científicas, que si bien no han logrado descifrar el total misterio de los efectos sonoros en los seres humanos, han allanado el camino para que esta disciplina se desarrolle dentro de un marco serio y profesional.
Lo que parece claro es que la capacidad humana para escuchar la música y sus reacciones ante ella, está profundamente ligada al funcionamiento del sistema nervioso. Aunque la música se procesa principalmente en el hemisferio derecho del cerebro, no hay ningún grupo específico de células que reaccionen a este estímulo. Se activan diferentes redes de neuronas según la persona esté escuchando música o tocando un instrumento, y según la música tenga letra o no.
Experimentos que comprueban ésto, son los llevados a cabo con epilépticos hace varias décadas que mostraron que al estimular ciertas áreas del lóbulo temporal en ambos lados del cerebro surgían “recuerdos musicales”, que eran melodías que los pacientes habían oído hace largos períodos de tiempo.
Además la música también puede producir cambios físicos en el sistema nervioso del cerebro. Un equipo dirigido por Christo Pantev, del Instituto de Audiología Experimental de la Universidad de Muenster, en Alemania, al medir pequeños campos magnéticos emitidos por los cerebros de músicos profesionales, descubrió que la práctica intensiva de un instrumento produce una expansión visible en ciertas partes de la corteza cerebral, la capa de la materia gris que se asocia con las funciones mentales mas elevadas.
Se ha demostrado también que las zonas del cerebro que procesan las emociones parecen mostrarse más activas cuando una persona escucha música.
Con relación a esto, se ha comprobado que desde que el ser humano esta en el vientre materno, sufre los efectos de los sonidos musicales. Mediante la medición con ecografías y fonedoscopios en madres que escuchaban distintos tipos de música, se comprobó que la música clásica producía movimientos lentos del niño y ninguna alteración de sus constantes cerebrales y circulatorias, en cambio la música rock provocaba movimientos nerviosos y aumentos de su frecuencia cardiaca
No quiere decir que la música rock sea perjudicial y la clásica beneficiosa, simplemente modifican el comportamiento y sabiamente aplicada en el momento adecuado, puede influir en la conducta y el carácter de las personas. 
Quizás la base científica más utilizada por los músico terapeutas sean los parámetros de la música y sus efectos en los seres humanos: 
  • Cadencia o ritmo.
  • Intensidad o volumen.
  • Frecuencia o posición en el pentagrama.
Con respecto a ésta última se puede decir que las notas agudas actúan preferentemente sobre las contracturas musculares y que se propagan rápidamente en el espacio aunque en distancias cortas. También actúan fuertemente sobre el sistema nervioso, constituyendo una señal de alerta que aumenta los reflejos, ayudando al mismo tiempo a despertarnos o sacarnos de un estado de fatiga.
Como factor negativo tenemos el hecho de que el oído es especialmente sensible a ellas y si son muy intensas y prolongadas lo pueden dañar, lo mismo que su efecto sobre el sistema nervioso, que puede provocar cierto descontrol y alteraciones en los impulsos nerviosos que se vuelven incontrolados.
En cambio las notas graves no tienen influencia sobre las terminaciones nerviosas y su efecto es más mecánico, teniendo mayor influencia sobre las zonas corporales huecas; como los pulmones, corazón y abdomen, lugares idóneos para la resonancia.
Terapéuticamente tienden a producir efectos sombríos y tranquilidad extrema.
Según el segundo parámetro musical, la cadencia o ritmo, tenemos que, mientras los ritmos lentos inducen a la paz, los rápidos invitan al movimiento y a exteriorizar las emociones.
El tercer y último parámetro musical es la intensidad, la cual indudablemente ha ocupado en nuestro siglo una preponderancia mayor a las otras dos, a causa de los potentes equipos de sonido. Cualquiera de los otros dos efectos, cadencia o frecuencia, produce efectos mucho menores que la intensidad del volumen, hasta el punto de que una nota o partitura que en sí es tranquilizante puede volverse irritante si el volumen es más alto de lo que la persona puede soportar. 
A continuación se explicarán los efectos de distintas combinaciones de frecuencias, cadencias e intensidad, en los seres humanos:
Notas agudas a bajo volumen:

Son notas agradables de escuchar, nos invitan a despertar de manera relajada y nos predisponen al trabajo y nos dan alegría. Son antidepresivas y nos proporcionan felicidad. 
Ejemplos: el canto de los pájaros, de los grillos y los juegos de un niño pequeño. El violín, el clarinete, la mitad derecha del piano, el arpa y la guitarra clásica. 
Notas agudas a alto volumen:
Constituyen una llamada de alerta, una nota de atención muy potente, es capaz de despertar del sueño con rapidez. Puede actuar decisivamente sobre grupos enormes de gente. Como factor negativo puede irritar seriamente el sistema nervioso auditivo, obligándolo a realizar acciones que no haríamos en un estado de tranquilidad
Ejemplos: trompetas en los ejércitos, sirenas de alarma, el grito de un niño, el sonido de un auto frenando, la guitarra eléctrica, la trompeta, los platillos de batería, la caída del rayo, y el soplar del viento huracanado.
Notas agudas a alto volumen y muy rápidas :

Son la forma auditiva que más rápidamente influye en las personas y que más cambios corporales genera, invitan al movimiento corporal y predisponen a sociabilizar con otras personas, casi obligándonos a seguir una dirección determinada. Del punto de vista emocional mejora la apatía, la debilidad del carácter y los complejos. Sin embargo, tiene un efecto muy perjudicial en el oído cuando se aplican por largos espacios de tiempo, hasta el punto de descontrolarnos, aumentan la agresividad y perjudican las relaciones sociales íntimas y personalizadas.
Ejemplos: la batería, la guitarra eléctrica y los solistas de música rock. La caída del agua de una gran cascada, el desbordamiento de un río o un enjambre de cigarras. 
Notas graves a bajo volumen:
Son las notas más sedantes, las que motivan a moverse con lentitud, con paciencia y las que invitan a la reflexión. Puede calmar rápidamente a grupos de personas inquietas, provocar el sueño de los niños y producir una relajación muscular y nerviosa rápida y eficaz. 
Ejemplos: el silencio de la noche, el movimiento de las olas, el vibrar del campo, el mugir de las vacas, la respiración durante un sueño profundo y un pequeño ventilador.  El contrabajo, el oboe y el violonchelo. 
Notas graves a fuerte volumen:
Son notas intimidatorios, que obligan a detenerse ante la presunción del peligro. Producen miedo, o al menos prudencia, y nos invitan a movernos con extrema lentitud. Se emplea generalmente para infundir pánico y para obligar a la quietud inmediata de personas muy agresivas.
Ejemplos: los timbales (muy utilizados en el ejército), el saxo y el trombón. En la naturaleza encontramos las avalanchas de tierra y nieve, los movimientos sísmicos, el trueno, el rugir de un animal salvaje o en el estallido de un volcán en erupción. Una explosión, un tornado o un maremoto. 
Si la cadencia es muy rápida, como una manada en estampida, una ametralladora o cientos de personas corriendo, el efecto de pánico puede ser incontrolable. 
III Efectos de la Musicoterapia en los seres humanos
A partir de todo lo que ya se ha mencionado, se puede comenzar a explicar y entender cómo la musicoterapia utiliza la sensibilidad humana ante la música para mejorar trastornos de las más diversas índoles. Los efectos que produce son distintos en cada persona, y dependen de la etapa de vida en que se esté (niños, adultos, ancianos), de los conocimientos de música que se tengan, de la recepción de la música y de sus gustos, por lo tanto, la musicoterapia es absolutamente personalizada. A pesar de ello, se han reconocido patrones comunes entre pacientes del mismo rango y se ha podido establecer una serie de efectos, ya sea físicos, psíquicos o sociales:
Físicos:
  • Incrementa o disminuye la energía muscular.
  • Acelera la respiración o alteran su regularidad.
  • Produce un efecto variable pero marcado en el pulso, la presión sanguínea y la función endocrina.
  • Incrementa la extensión de los refeljos musculares.
  • Provoca cambios en los trazados eléctricos del organismo, así como también en el metabolismo y en la biosíntesis de variados procesos enzimáticos.
  • En adultos puede aliviar algunas afecciones psicosomáticas como el asma, las úlceras, etc.
  • En los niños mejora el desarrollo cerebral.
Psíquicos:
  • Puede cambiar emociones en cortos períodos de tiempo.
  • Ayuda a personas con depresión, o con problemas mentales más severos.
  • Relaja y disipa la fatiga, disminuye el stress.
  • Aumenta la sensación de energía.
  • Ayuda a dormir mejor.
  • Liberación de tensiones emocionales y psíquicas inmediatas.
  • Produce un incremento en la seguridad y estabilidad emocional.
  • Mejora la capacidad de comprensión.
  • Ayuda a la introspección.
Sociales:
  • Facilita la comunicación, promueve la expresión individual, favorece la integración social.
  • Incremento de la capacidad de expresión de las personas, siendo capaces de revertir la timidez.
  • En terapias en grupo aumenta la sociabilidad y la confianza.
  • Revierte el aislamiento tan común en nuestros días.
En la tradición antigua de Turquía, que según las investigaciones, fueron los primeros en utilizar la música para fines terapéuticos, hay una serie de tonalidades clasificadas según los efectos que producen en quien las escucha:
  • Rast: induce a la alegría y sentimientos de paz.
  • Rehavi: induce al sentimiento del infinito.
  • Kuchek: provoca sentimientos de angustia, sufrimiento, pena.
  • Buzurk: induce al miedo.
  • Isfahan: provoca sentimientos de autoconfianza.
  • Neva: induce a la reflexión.
  • Ussak: induce a la risa.
  • Zirgule: induce el sueño.
  • Saba: lleva a sentimientos de coraje y poder.
  • Buselik: Induece a la fuerza.
  • Huseyni: produce calma y paz.
  • Hicaz: induce a la humildad.
Todos estos efectos, si bien son de larga data y tradición, no se fundamentan en bases científicas sólidas, como los anteriormente señalados, pero sí han sido de gran utilidad para los músico terapeutas que han ocupado esta escala de tonalidades en sesiones receptivas, también los instrumentos orientales que producen estos sonidos para sesiones activas.
En la musicoterapia occidental también hay algunas melodías recomendadas para cierto tipo de dolencias, aunque su efecto no es completamente asegurado, pues solo un músico terapeuta puede guiar este proceso y hacerlo personalizado.
A continuación algunas melodías y sus efectos:
  • Música para la Mesa de Telemann, Concierto de arpa de Haendel y Concierto de oboe de Vivaldi, producen un alivio de dolores estomacales, si acompañan la comida aumentan el metabolismo y favorecen la digestión
  • Sueño de Amor de Liszt, Serenata de Schubert, Himno del Sol de Rimsky - Korsakov, producen un alivio a los dolores de cabeza y cansancio.
  • Concierto de Aranjuez de Rodrigo, Las Cuatro Estaciones de Vivaldi, La sinfonía de Linz, K425 de Mozart, producen una disminución de la ansiedad.
  • Concierto para piano no. 5 de Rachmainov, Música acuática de Heandel, Concierto para violín de Beethoven, Sinfonía no. 8 de Dvorak, pueden remediar la depresión y la angustia.
  • Serenata no. 13 en sol mayor de Mozart, puede controlar la hipertensión
IV Resultados de la Musicoterapia
Los efectos que produce la musicoterapia, al ser perdurados en el tiempo y guiados por un especialista, además de los efectos rápidos e inmediatos que produce la música, puede dar resultados médicos mucho mayores, y que han sido registrados y avalados científicamente.
A continuación se presentarán los resultados de la musicoterapia en el tratamiento de algunas enfermedades, ya sea psíquicas o físicas:
- Patricia Rivera, una de las fundadoras del centro de rehabilitación infantil Manantial, trabaja particularmente con musicoterapia en el tratamiento del autismo y la parálisis cerebral. Ha comprobado que en el caso de Rosío, una niña con parálisis cerebral severa, que no puede caminar ni hablar, al ser sometida a una sesión de musicoterapia logró expresar por medio de gestos faciales y oculares su sentimiento de agrado o desagrado ante distintos sonidos, además logró importantes avances de movimiento gracias a la motivación de la música. “Cada ejercicio a los chicos los ordena y estimula a ejecutar movimientos y vocalizaciones". En el caso de Carlos, un niño autista, el sonido del Ney lo tranquiliza cuando está muy inquieto o agresivo, y cuando escucha música en grupo con otros niños, se integra a los movimientos de los demás, actitud que no toma en una situación normal (sin música). “El tratamiento con música es muy eficaz, porque deja al niño en un estado de paz interior, lo que puede ser aprovechado por otro especialista para potenciar otra terapia y así obtener mejores resultados".
  • En el caso de las sesiones infantiles, la musicoterapia ayuda a modificar pautas de comportamiento en niños con déficit atencional, hiperactivos, depresivos, y agresivos. En niños con disminuciones físicas, la musicoterapia sirve para superar la no-aceptación de su discapacidad y de su diferencia respecto a los otros. A niños con trastornos del lenguaje ayuda a que se expresen al ser capaces de cantar las palabras de una canción que recuerdan o que están aprendiendo. A los niños que tienen problemas para situarse en el espacio y el tiempo les permite asimilar estos conceptos de forma práctica.
    Los niños con enfermedades terminales o que le provocan mucho dolor, se tranquilizan al conectarse con lo afectivo a través de la música.
  • Peterson, doctor norteamericano, realizó un experimento que consistía en aplicar música de maracas y tambores a animales, comprobando que su presión aumentaba en un 27%. A partir de éste experimento y de una serie de estudios del mismo doctor, la doctora Melanie Never ha comenzado una serie de investigaciones sobre los resultados de la percusión en la musicoterapia. "En nuestra labor hemos encontrado que la percusión tonifica y modula los ritmos internos del organismo, afirma la
autoseguridad física, ayuda a la relajación y la meditación, mejora la concentración y la memoria, es energizante, y puede servir para contener las emociones".
  • También la musicoterapia ha dado excelentes resultados en el tratamiento de adicciones como las drogas, el alcohol. Y también en el tratamiento de trastornos alimenticios como la anorexia y la bulimia. Además de las mejoras sorprendentes en pacientes con trastornos mentales y depresión.
  • En Londres, en el Nordoff - Robbins Music Therapy se comprobó que la música con tonalidades pentatónicas crea sentimientos de autoconfianza en determinadas personas, por lo que es utilizada para facilitar el aprendizaje.
  • En Viena, en el Meidling Rehabilitation Center, se han implementado las tonalidades turcas, anteriormente expuestas, en pacientes en estado de coma, quines han cambiado sus señales cerebrales alfa y beta, produciendo movimiento y reacción. Gracias a éste método muchos pacientes han vuelto del coma, motivados por música.
V Sesión de Musicoterapia
La musicoterapia es una disciplina que utiliza todas las vertientes musicales como método para la sanación, por lo tanto en una sesión normal se puede escuchar o ejecutar música, expresarse corporalmente, cantar, improvisar, etc. Es una terapia personalizada, sin embargo, puede realizarse en grupo, dependiendo de los problemas de los pacientes.
A raíz de ésto, las sesiones se clasifican en:
  • Sesión activa, la cual exige una participación muy directa del paciente en la actividad que se realiza. El paciente actúa musicalmente por medio de su cuerpo, de los instrumentos musicales o la voz. Se establece de esta manera un diálogo entre él y el terapeuta, o entre él y el grupo (si se trata de una sesión grupal), en el cual la expresión y la creación van dejando salir todas aquellas emociones que antes el paciente no podía expresar.
  • Sesión receptiva, consiste en que el paciente proyecte sentimientos, vivencias, etc. mientras escucha una música. Por tanto, se trata de inducir a través de la música diferentes estados de ánimo o situaciones.
El musicoterapeuta trabaja a menudo en contacto con un psicólogo, ya que la musicoterapia facilita la expresión de sentimientos reprimidos que en otra ocasión el paciente no hubiera llegado a expresar, la musicoterapia le arrastra a un clima en el que se llega a sentir muy cómodo y por lo tanto le ayuda a expresarse.
En una sesión, es muy común encontrar instrumentos étnicos, preferentemente orientales, de sonidos puros y profundos. La mayoría de los pacientes que llegan a terapias de sesión activa no han visto y mucho menos tocado estos instrumentos, por lo que es más difícil sobre todo para los adultos tomar confianza y experimentar cosas nuevas.
La sesión de musicoterapia tiene principio y fin, con un concepto ético de por medio, o sea, el especialista debe hacer un diagnóstico para evaluar que tipo de música puede ayudar a un paciente determinado. Por lo demás, la escucha es una parte mínima del proceso terapéutico, más que nada, se trabaja con la transición musical: se invita a un paciente a expresarse espontáneamente. Aunque no sepa nada de música, se le pide que coja un instrumento y haga lo que quiera con él, tras lo cual se realiza una lectura de esa expresión que, se supone, es una proyección de su mundo interno. Luego, la idea es poder comunicar esa lectura al paciente. Para el paciente "hacer música" es "decir de si mismo", lo que le pasa, lo que lo convocó a esta búsqueda terapéutica.
Una sesión común de musicoterapia, que conjugue tanto la activa y la receptiva se presenta en el siguiente orden:
  • Crear lazos de confianza terapeuta - paciente.
  • Escribir canciones
  • Escuchar música y reflexionar sobre las emociones que produce.
  • improvisación musical y vocal
  • efectuar movimientos rítmicos.
Normalmente, las sesiones son acompañadas y guiadas no solo por un musicoterapeuta, sino también por otros especialistas que puedan ayudar al paciente en cuestión (psicólogos, sociólogos, kinesiólogos,etc).
La musicoterapia causa una influencia y un cambio tan significativo en sus pacientes, que es absolutamente necesario que los especialistas sean competentes e idóneos al momento de realizar una terapia, ya que la música produce múltiples efectos y resultados, que solo bien dirigidos favorecen a las personas. Sonidos y melodías mas aplicados pueden empeorar los padecimientos de algunos pacientes, sobre todo en los de índole psicológica.
Conclusión
Después de todo lo que fundamenta la Musicoterapia, después de conocer sus efectos y resultados en los seres humanos, después de comprobar su rápida efectividad en el tratamiento de enfermedades donde la medicina tradicional muchas veces es deficiente, lo único que resta por mencionar es la reciente aceptación y utilización de esta disciplina, que siendo tan antigua y estudiada en Oriente, solo desde el siglo XX se haya mirado como una posibilidad en Occidente.
Ésta situación induce a pensar que en “nuestro mundo” las raíces más naturales se han perdido en medio de los ruidos y apuros modernos, siendo que, la música sí está presente hoy en día, su indudable influencia se había relegado solo a la diversión o a su práctica como una ciencia, olvidando sus místicos inicios y su utilización religiosa.
Debido a éste olvido sistemático de la Música como “necesidad humana”, es muy probable que muchas enfermedades se deban directa o indirectamente al déficit de creación musical en las personas comunes y corrientes, aquellas que diariamente son víctimas del ruido incesante de industrias, motores y bocinas. Quizás la pérdida de importancia de la Música como asignatura académica, la tendencia a venderla como materia comercial haya creado un vacío considerable en todos nosotros, que nos impulse a buscar métodos como la Musicoterapia para equilibrar nuestros espíritus.
Éste proyecto fue especialmente dirigido a los músicos profesionales y aficionados, que toman en sus manos la “responsabilidad” de comunicar por medio de sonidos, sabiendo ahora, que cada frecuencia produce un efecto y que a fin de cuentas manejan energía en sus instrumentos.
Para finalizar, quisiera hacer hincapié en la necesidad de observar la música como una asignatura “seria” , especialmente en los colegios, donde en su mayoría se ha abandonado a las “horas libres” de los alumnos. Un buen consejo respecto a ésto nos da Platón:
“La música, es la parte principal de la educación porque insinuándose desde muy temprano en el alma, el número y la armonía se apoderan de ella, y consiguen que la gracia y lo bello entren como resultado necesario de ella”
Que éste proyecto sea útil para todos los creadores musicales y que sobre todo esté presente en las decisiones y composiciones de cada uno.
Bibliografía
NEW YORK TIMES, MICHAEL D. LEMONICK (neurólogo)

jueves, 13 de enero de 2011

Władysław Szpilman

Władysław “Władek” Szpilman (Sosnowiec, Polonia, 5 de diciembre de 1911Varsovia, Polonia, 6 de julio de 2000) fue un pianista polaco, compositor, memorista y sobreviviente judío del Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial. Szpilman fue condecorado por el gobierno de Polonia.
Władysław Szpilman nació en Sosnowiec, entonces perteneciente al Imperio ruso, en el seno de una familia judía. Después de sus primeras clases de piano con su madre Esther, continuó sus estudios a principios de los años 30 en el Warsaw Conservatory (Conservatorio de Varsovia) y en la Akademie der Kuenste (Academia de Artes), en Berlín, con Arthur Schnabel y Leonid Kreutzer. También estudió composición con Franz Schreker.
En 1933, volvió a Varsovia y trabajó en la Radio Polaca, donde se convirtió en un célebre pianista y compositor de música clásica y popular, hasta 1939, durante la invasión alemana de Polonia. La invasión de Varsovia, el 23 de septiembre de ese mismo año, puso un final temporal a su carrera, al interrumpir una bomba su ejecución para la Radio Polaca del Nocturno en do sostenido menor de Friederic Chopin.
En 1945, poco después del fin de la guerra, escribió un relato de su supervivencia en Varsovia. El libro de carácter autobiográfico fue publicado en Polonia, bajo el título Śmierć Miasta ("Muerte de una ciudad"), y fuertemente censurado por las autoridades comunistas de entonces, que no gustaban de sus perspectivas sobre la guerra: el número de copias impresas fue reducido.
Las memorias de Szpilman no fueron reimpresas sino 50 años después, en 1998, año en que fueron publicadas en inglés (y muchas otras lenguas). En España el libro llegó en el año 2000

miércoles, 12 de enero de 2011

DE LA MUSICA COMO LA PASION PERFECTA

Contamos con tres especies de música, La primera produce simplemente placer, la segunda expresa (y suscita) las pasiones, la tercera se dirige a nuestra imaginación.
La melodía (la música) natural es la que produce en el hombre (en general) uno de esos tres efectos, bien sea que actúe sobre todos los hombres y siempre, bien que actúe en la mayoría de los casos y sobre la mayoría de los individuos. Las melodías cuya acción es más general son las más naturales.
La música que despierta en nosotros sensaciones agradables se utiliza durante el descanso, proporcionándonos un estado de reposo. A su vez, la que despierta en nosotros las pasiones se ejecuta cuando nos proponemos hacer que alguien obre bajo la influencia de una pasión determinada o suscitar en él un estado de ánimo especial bajo el imperio de una pasión dada.
La música que excita la imaginación subraya los poemas y ciertas formas oratorias. Se une a las palabras para acentuar su efecto.
La primera clase de música, la que procura una sensación agradable, puede también despertar las pasiones; y puede asimismo excitar la imaginación, exactamente igual que la que despierta las pasiones. En efecto, en otros tratados hemos mostrado como las pasiones despiertan la atención y la imaginación. Por otra parte, cuando las palabras de un poema van acompañadas por notas agradables, cautivan aun más la atención del oyente.
Evidentemente, la música que reúne a la vez las tres cualidades a que acabamos de aludir es la más perfecta. Esa música actúa sobre nosotros como un poema, pero menos completamente; sólo imperfectamente desempeña el papel de la poesía.
Cuando se la adapta a un poema, su efecto resulta más poderoso y, a su vez, las palabras resultan más expresivas. La música más perfecta, la excelente y la más eficaz es pues la que reviste todos los caracteres que acabamos de señalar. Esa música sólo puede ser la que expresa la voz humana. La música instrumental posee a veces algunas de esas cualidades.
El talento para la ejecución musical es pues de dos tipos: uno concierne a la ejecución de las melodías perfectas que nos brinda la voz humana, el otro al manejo de los instrumentos. Este último tipo de ejecución se subdivide de acuerdo con la índole del instrumento, según que se trate de un laúd, de un tunbur o de otro cuerpo sonoro del mismo linaje.
A su vez, el canto se subdivide de acuerdo con el tipo de poesías a las que se aplican las melodías y de acuerdo con la finalidad que se persigue. El talento para cantar es distinto según que se trate de una romanza, de una lamentación o de una elegía, lo mismo que ocurre con el talento que exige la declamación modulada de un poema o de cualquier otra forma de discurso. La hida (canto de los camelleros) requiere un talento distinto.
La música instrumental sirve a veces de respuesta al canto en la medida en que puede imitar la voz humana. Así, puede acompañar a ésta, enriquecerla o hacer de preludio y de intermedio. Los intermedios permiten al cantante descansar; además, completan la música expresando lo que la voz no puede darnos.
Hay otra especie de música instrumental, la cual está constituida de tal modo que difícilmente puede imitar la música perfecta (vocal); no puede pues proporcionar a ésta ninguna ayuda. Podríamos comparar este tipo de música con una decoración cuyo dibujo no recuerda nada real pero que es un puro regalo para nuestros ojos.
Citaremos como ejemplo los tarayiq y los rawasin del Jorasán y de Persia, que ninguna voz es capaz de reproducir.
Como ya hemos dicho, esta música carece de algunos factores de perfección. Al oírla, nos asalta el deseo de encontrar en ella justamente los que le faltan. A la larga esta música fatiga el oído y lo exaspera, desde el momento en que el deseo que despierta no resulta satisfecho. Sólo debería recurrirse a esta música cuando se desea educar el oído o ejercitar la mano en el manejo de los instrumentos; así servirá de preludio o de intermedio al canto.
Son ciertas cualidades naturales, innatas, propias de su instinto, las que permiten al hombre componer música.
Entre esas cualidades o disposiciones, citaremos la inclinación del hombre por la poesía y el instinto que le empuja a emitir ciertos sonidos especiales cuando se siente invadido por el júbilo y otros distintos cuando es presa del dolor.
Debemos citar también el instinto que le incita a ir en querencia del descanso tras un duro esfuerzo o a buscar un medio que absorba su atención para olvidar la fatiga del trabajo.
En efecto, la música posee el don de absorbernos, de disipar el cansancio consecutivo a una ruda tarea, haciéndonos perder la noción del tiempo dedicado a esa tarea y ayudándonos a soportar la fatiga que engendra.
Efectivamente, la noción del tiempo nos recuerda la fatiga que el movimiento genera -el tiempo no es función del movimiento, como tampoco éste función de aquél-. Por tanto, la fatiga es producida por el movimiento y el tiempo está vinculado al movimiento. Así, perder la noción del tiempo es perder la noción de la fatiga.
Por otro lado, se afirma que el canto tiene una influencia sobre los animales. Es justamente lo que ocurre con la hida, canto de los camelleros de Arabia, el cual actúa sobre los animales que conducen.
Esto es todo en lo que atañe a la inspiración musical. Examinemos ahora cómo nacieron las distintas ramas de la música práctica. La música se ha desarrollado hasta convertirse en una ciencia gracias a esas dotes o disposiciones innatas a las que acabamos de aludir.
Había unos que cantaban para procurarse sensaciones agradables o un descanso, para olvidar la fatiga y la noción del tiempo. Otros trataban de reavivar o, por el contrario, de disipar un estado de ánimo, una pasión, de modificarla, atizarla, olvidarla o apaciguarla. Por último, otros cantaban para hacer más expresivos sus poemas y conseguir que excitaran más vivamente la imaginación de sus oyentes.
Por todos estos motivos los hombres se aficionaron pronto a tararear, a cantar, a vocalizar. A través de las edades, de generación en generación y de pueblo en pueblo, la producción musical fue aumentando poco a poco.
Ciertos individuos particularmente dotados adquirieron el talento para componer música en las tres formas que hemos descrito anteriormente.
Cada uno se esforzaba por superar a sus predecesores. Gracias a la perseverancia que pusieron en su trabajo, se hicieron célebres. De sus sucesores, unos eran incapaces de componer y se contentaban con reproducir las obras de sus antecesores, desarrollando el talento para la ejecución; los otros poseían el talento para componer inspirándose en las obras anteriores y, de este modo, contribuían a enriquecer la música.
Así se fueron sucediendo los músicos. El arte pasaba de un pueblo a otro, de una generación a otra, a través de las edades. Las tres especies de música acabaron por fundirse y mezclarse entre sí.
¿Trátase de excitar o de apaciguar esta o la otra pasión? Se ha observado también que tal cosa se consigue de manera más perfecta sirviéndose de la música consagrada a tal fin y añadiéndole unas notas que procuran una sensación agradable y otras que excitan la imaginación, y asociando a ella la palabra, es decir, componiendo música vocal.
Igualmente, cuando se intentaba excitar la imaginación, insuflar más fuerza a un poema, se reconoció que no sólo había que servirse de la música consagrada a tal fin sino también de aquella cuya propiedad consiste en apaciguar o soliviantar esta o la otra pasión en el oyente, así como de la que le procura una sensación agradable.
Era éste un medio de cautivar su imaginación, de facilitarle la comprensión del poema, de conseguir que el efecto de éste persista más tiempo en su alma, evitándole al mismo tiempo la fatiga y el hastío. Cuéntase que el poeta Alqamah Ibn Abdih se presentó un día en la corte de Al-Harith Ibn Samr, rey de Gassan, para leerle un poema y pedirle un favor. El soberano no le hizo el menor caso. Pero, así que hubo adaptado una frase musical a su poema y se puso a cantar, el monarca le concedió sin demora lo que solicitaba.
Habiendo comprobado que la música vocal acompañada por un instrumento posee una sonoridad más rica, más amplia, más brillante, más agradable y más fácil de aprender de memoria, a causa de la poesía y del ritmo, los músicos trataron de obtener de los distintos cuerpos notas comparables a las del canto.
Con tal fin, examinaron de qué punto salía cada una de las notas que tenían en mientes como integrantes de las melodías que sus compatriotas conocían y aprendían de memoria.
Una vez fijadas esas notas, las marcaron. Los sucesivos artistas eligieron entre los cuerpos naturales o artificiales los que producían esas notas con la máxima perfección. Mejoraron así los diversos instrumentos; si estos tenían un defecto, lo hicieron desaparecer poco a poco; de este modo pudo completarse el laúd y los demás instrumentos.
Una vez perfeccionado así el arte de la práctica musical, se fijaron las reglas de la melodía; se distinguieron las notas y las melodías que son naturales al hombre de aquellas que no lo son y se establecieron grados de consonancia y de disonancia. En efecto, algunas consonancias son perfectas, otras lo son menos.
Por otro lado, la consonancia de ciertos grados es tan débil que la nota es, por decirlo así, disonante.
Se ha comparado con los alimentos esenciales la consonancia perfecta de las notas producidas por la voz humana o por los instrumentos, y con lo superfluo las demás consonancias, menos perfectas, Los sonidos muy agudos y ensordecedores no son naturales, como tampoco los instrumentos que los producen. Esos sonidos sólo se emplean en casos especiales; su efecto es comparable al de un medicamento o incluso al de un veneno.
Los instrumentos que se utilizaban en los campos de batalla producían sonidos de esta índole. Así, un rey del antiguo Egipto ordenó que se emplearan cascabeles y un rey de Bizancio otros instrumentos. Cuando los reyes de Persia emprendían una expedición, los acompañaban una serie de individuos especializados en lanzar aullidos. Estos sonidos son en sí mismos disonantes; pero mezclados con otros y ligeramente modificados, pueden volverse consonantes.
Así nacieron las diversas artes musicales prácticas que acabamos de enumerar.
Después, al examinar el caso de ciertos instrumentos, se observó que podían obtenerse de ellos notas y melodías de un tipo distinto al de las que nos ofrece la voz humana; como ésta, tales notas y melodías pueden producir placer y, aunque no poseen todas las cualidades de las notas vocales, parecen naturales.
En vez de rechazarlas, los músicos las adoptaron de buena gana. Se sirvieron de ellas, apartándose a veces de las reglas del canto, y sacaron de ellas el mejor partido posible. Así nació la música puramente instrumental, que la voz no puede imitar. Ejemplos de ella son los antiguos rawasin del Jorasán y de Persia. Unida al canto, la música instrumental le confiere más fuerza, más relieve, y puede incluso sustituirlo en diversas circunstancias.
De ahí que ambos tipos de música estén íntimamente ligados.
El arte de tocar el pandero, el tamboril y los atabales, el ritmo marcado con las manos, la danza y la mímica ritmada forman aun parte de la práctica musical.
La más imperfecta de estas artes es sin duda alguna la mímica ritmada.
En efecto, el juego de las cejas, de los hombros, de la cabeza y de los miembros se reduce únicamente a movimientos. El ritmo marcado con las manos, el manejo del pandero, la danza, el ritmo marcado con el pie y el redoble de los atabales pertenecen a una misma clase, Todos son superiores a la mímica ritmada en la medida en que los movimientos que requieren producen un choque que a su vez genera un sonido. Sin embargo, este sonido no es una nota, ya que carece de la persistencia y de la duración que imprimen al sonido el carácter de una nota musical.
El laúd, el tunbur, las cítaras, el rabab (rabel) y los instrumentos de viento son superiores a los precedentes por la persistencia del sonido. Este sonido es sostenido, pero aun no posee todas las propiedades de la voz humana, la cual reúne todas las cualidades de los sonidos y es el más perfecto de todos ellos.
Comparadas con las de la voz, las notas de todos los instrumentos son de calidad inferior. Sólo pueden pues servir para enriquecer la sonoridad del canto, para amplificarlo, embellecerlo, acompañarlo y facilitar su retención por la memoria.
Los instrumentos que producen notas cuyas cualidades se asemejan más a las de la voz humana son el rabel y los instrumentos de viento, ellos son los que mejor la imitan. Tras ellos vienen el laúd, las cítaras, los instrumentos de la misma familia y los demás de que hemos hablado.
Por lo que atañe al laúd, sus sonidos se parecen a los de la voz porque pueden, como éstos, sostenerse y fluctuar. En cuanto a las flautas, al rabel y a los instrumentos que se les asemejan, corresponden a la voz humana de manera más perfecta. Sus notas poseen ciertas cualidades gracias a las cuales pueden producir en nosotros algunos efectos de la voz.